La Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó irregularidades en el fondo para estados afectados por desastres naturales en 2011, pues en lugar de recibir directamente el dinero, algunos gobiernos estatales terminaron con más deuda.
Un esquema establecido por la Secretaría de Hacienda creó un fideicomiso para ejercer 4,500 millones de pesos del Fondo de Reconstrucción para las Entidades Federativas de 2011, pero añadió créditos con Banobras que obligaron a siete estados a comprometer participaciones federales para pagarlos.
Los recursos aprobados por la Cámara de Diputados en el presupuesto 2011 tenían como propósito apoyar emergencias en Baja California, Campeche, Chiapas, Coahuila, Durango, Guerrero, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán.
De esa lista, sólo Durango, Chiapas, Nuevo León, Oaxaca, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz contrataron créditos que significaron el pago de intereses con sus participaciones federales.
Este esquema permitió aumentar la cantidad de dinero disponible para mitigar los efectos de desastres naturales, pero a costa de elevar las deudas de los estados.
Esas entidades contrataron en 2011 préstamos por 16 mil 900 millones de pesos, con tasas de interés de hasta 9.3 por ciento a 20 años.
Según la ASF, al concluir el período de préstamo, ya considerados los intereses, las entidades habrán pagado hasta 189 por ciento más.
Pero este esquema también dejó el ejercicio de los recursos fuera de la supervisión de la ASF por tratarse de créditos estatales.
