Misa. El Papa Francisco celebró ayer su primer Día de Papa y lo celebró con una misa en donde impuso el ‘palio’ a 34 arzobispos del mundo, entre ellos a tres mexicanos.
Francisco celebró ayer su primer "Día del Papa", que por tradición de la Iglesia católica coincide con la fiesta de los santos Pedro y Pablo, con una misa en la cual impuso el "palio" a 34 arzobispos del mundo.
En una Basílica de San Pedro, llena, el pontífice hizo un llamado a abandonar la lógica del poder humano e impuso la indumentaria litúrgica que representa la unidad entre los pastores a tres arzobispos mexicanos.
El "palio" es una faja de lana blanca con cruces negras que simboliza la autoridad de los jerarcas católicos y su cercanía ideal con el obispo de Roma.
Durante el sermón de la misa, Jorge Mario Bergoglio hizo un llamado a la unidad en la Iglesia más allá de la variedad de sus miembros la cual, dijo, es una "gran riqueza", que "se funde siempre en la armonía".
"Cuando dejamos que prevalezcan nuestras ideas, nuestros sentimientos, la lógica del poder humano, y no nos dejamos instruir y guiar por la fe, por Dios, nos convertimos en piedras de escándalo", afirmó.
Sostuvo que la unidad entre los cristianos debe funcionar como un gran mosaico en el cual las piezas formen un único gran diseño.
"Y ésto debe impulsar a superar siempre cualquier conflicto que hiere el cuerpo de la Iglesia. Unidos en las diferencias: no hay otra vía católica para unirnos", indicó.
"Este es el espíritu católico, el espíritu cristiano: unirse en las diferencias. Este es el camino de Jesús", apuntó.
'Palio' a 3 mexicanos
El Papa Francisco impuso ayer la insignia litúrgica del "palio" a tres arzobispos mexicanos que fueron designados en sus puestos en los últimos 12 meses, durante una misa en la Basílica de San Pedro.
Se trata de los pastores de las arquidiócesis de Monterrey (Nuevo León), Rogelio Cabrera; de Tuxtla Gutiérrez (Chiapas), Fabio Martínez Castilla; y de León (Guanajuato), Alfonso Cortés Contreras.
Ellos llegaron hasta Roma acompañados por diversos grupos de fieles, algunos de los cuales casi no alcanzan boleto para ingresar a la celebración en la basílica vaticana, debido a la gran demanda de espacios para ver al nuevo pontífice, Jorge Mario Bergoglio.
De hecho y en forma de broma, el viernes por la noche el propio Rogelio Cabrera dijo durante una misa en el Pontificio Colegio Mexicano de Roma, que estaba más preocupado por conseguir boletos para sus invitados que por el "palio" mismo.