Con danzas y cantos alusivos al jaguar, así como un festival presentado por niños y niñas de la región con el mismo tema, se celebró el primer aniversario del Museo del Jaguar en la comunidad de Cabazán, municipio de San Ignacio.
El recinto, creado con el apoyo de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) y otras instituciones, es único en todo el continente americano, y promueve el conocimiento, la conservación y la investigación de esta especie en peligro de extinción.
Durante su primer año el museo registró la visita de más de dos mil turistas tanto nacionales como extranjeros, reveló en entrevista la presidenta del Comité del Jaguar de Cabazán, Mireya Beltrán Gutiérrez.
Asimismo, manifestó su reconocimiento por el apoyo recibido por los habitantes de la región para la concreción y funcionamiento del museo.
Por su importancia ecológica y social, el Museo del Jaguar aparecerá próximamente dentro del Catálogo Nacional de Museos Comunitarios, del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (Conaculta).
El lugar en donde funciona fue donado por la comunidad. Anteriormente fue la escuela primaria y posteriormente una tortillería.
No obstante sus pequeñas dimensiones, el museo cumple con todas las normas establecidas coadyuva para que niños, jóvenes y adultos conozcan sobre la conservación de las especies.
“La educación es la mayor arma que tenemos para contrarrestar los efectos negativos que padecemos cotidianamente y no estamos improvisando nada, ustedes saben que toda la museografía tiene una base científica y educativa”, apuntó.
Destacó que para el funcionamiento del museo es fundamental el apoyo de la comunidad así como la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), Acuario Mazatlán, el Ayuntamiento de San Ignacio y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Añadió que gracias a la comunidad y de los investigadores, las selvas secas de San Ignacio fueron reconocidas internacionalmente como un lugar para la conservación sustentable del jaguar y de algunas especies de aves.
Este reconocimiento fue extendido por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) y Bird Life International.