Señoras y señores, una vez más y el camino andado regresa. Chivas vuelve a lo mismo: cambio de técnico. Y no por el saco rojo espectacularmente horrible de Benjamín Galindo, sino por la mala calidad del Guadalajara.
¿Que la culpa la tiene Jorge Vergara? Sí, mucho, la mayoría. Porque ha tomado decisiones buenas y malas, pero esas han contribuido ha rodearse de gente que le ha importado un cacahuate el Guadalajara y todo es para ellos.
Sería muy fácil para el Guadalajara contratar en este momento a tres o cuatro naturalizados mexicanos, a lo mejor armaría un mejor cuadro pero la gente se le echaría encima, el periodismo lo acabaría y Vergara terminaría de hundirse, porque todavía no toca fondo.
Juan Carlos Ortega llega para intentar enderezar una nave que se mueve dramáticamente en altamar en una tempestad muy fuerte, agarrados en las cuerdas tirándose algunos al mar, escapando cobardemente del problema. Y como en México estamos acostumbrados a defender siempre al futbolista y echar la culpa de todo al directivo y al entrenador, pues la culpa la tiene Vergara, la tiene Galindo, quien escogió a Galindo, que es un holandés; y los jugadores.
Marco Fabián ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos y cree que todos los equipos del mundo lo quieren.
Pero el problema de Chivas no es simplemente el que Marco Fabián huya del equipo y se vaya, tiene el derecho de hacer lo que quiera con su carrera, de tirarla, de desperdiciarla en fiestas, su actitud no da para más. El problema del Guadalajara es la actitud en la cancha de sus futbolistas.
Juan Carlos Ortega ha trabajado con una gran cantidad de entrenadores como asistente, algo habrá aprendido. ¿Pero tendrá una pócima milagrosa que pueda hacer jugar diferente al equipo rojiblanco, que le recuerde a los jugadores que su vida es corta, que están en una organización importante y que de repente se verán en un equipo de Segunda División como le ha pasado a otros jugadores o vegetando de equipo en equipo?
No puede ser, el Guadalajara no debe soportar eso. Que el holandés Dennis te Kloese no tenga todas las riendas del Guadalajara tomadas para poder manejar y motivar al futbolista mexicano, no sé si es por falta de conocimiento, por su actitud más europea o porque de plano no puede.
El Guadalajara requiere de técnicos motivadores, aspiracionales, que sepan que el futbolista de las Chivas debe ser un ejemplo dentro y fuera de la cancha, que tiene que matarse en el campo y no cometer errores como los cometidos ante Puebla, de jugadores que no son profesionales pero sí a la hora de cobrar, claro tienen una ventaja: la culpa siempre será de Vergara y eso los protege de todas sus desgracias.
Chivas se hunde en una tormenta que se lo puede comer, ojalá por bien del futbol salte esa tormenta y se levante.
jrfernandez@reforma.com
