Decenas de heridos. Las autoridades desconocen las causas del accidente.
Un tren de pasajeros chocó el sábado contra la barrera del fin de la línea en la misma estación de Buenos Aires donde 52 personas murieron en un accidente similar el año pasado. La secretaría de Seguridad afirmó que había 80 heridos, incluido un niño de ocho años. Previamente sostuvo cinco personas sufrieron fracturas, pero que no había "ningún caso de gravedad".
El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo descartó problemas técnicos y aseguró que el maquinista Julio Benítez dio negativo en un control de alcoholemia. Randazzo advirtió, sin embargo, que "el motorman nunca se comunicó con la torre de control indicando fallas".
Agregó que minutos antes de iniciar su jornada laboral, Julio Benítez se sometió a un control de alcoholemia, que dio negativo.
Randazzo confirmó que Benítez robó el disco rígido de la cámara de seguridad antes de ser detenido y quedar incomunicado y que éste fue "recuperado por la policía".
El funcionario descartó que la presidenta Cristina Fernández esté enterada del accidente. "No hablé con la presidenta sobre el accidente", aseguró Randazzo a la prensa y recordó que la mandataria se encuentra "en reposo estricto" por un mes tras haberse operado de un hematoma en el cráneo.
Inmediatamente después del accidente, un grupo de pasajeros descargó su furia contra los trabajadores del ferrocarril, intentó atacar al conductor, rompió vidrios en la estación y arrojó piedras en las calles aledañas. Los pasajeros le gritaron "asesino, asesino" al conductor.
Intervino la policía, y el trabajador fue detenido y hospitalizado, mientras agentes antimotines imponían el orden. Jorge Ramírez, un cocinero de restaurante de 47 años que viajaba en el tren, vio al conductor encerrado, atrapado adentro de la cabina. Dijo que "la gente trató con ira de golpearlo. La policía intervino".
Ramírez dijo que tomó el tren en la estación suburbana de Moreno, al oeste de la capital. "Viajaba en el segundo vagón y fue todo una tragedia", dijo. "Vi gente golpeada, gritando, y otras personas tiradas en el suelo'.
Por el momento no se podía establecer la causa de que el tren en lugar de frenar se estrellara contra la barra de contención y acabara apretado entre el piso y el techo de la plataforma. Un extremo del tope hidráulico de contención se hundió en el primer vagón, mientras que el otro extremo destruyó los molinetes del andén.