Violencia. Algunos manifestantes encendieron automóviles mientras corrían con banderas en mano.
La policía de Irlanda del Norte confirmó que 56 agentes resultaron heridos en los enfrentamientos entre policías y manifestantes unionistas durante una protesta en el centro de Belfast.
El jefe del Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI), Matt Baggott, consideró los fuertes disturbios como "anarquía sin sentido" y "vandalismo", y elogió la valentía de los oficiales que pusieron su vida en peligro para salvaguardar el orden.
El jefe de la Policía de Irlanda del Norte prometió el sábado perseguir y arrestar a veintenas de extremistas protestantes después que atacaron e hirieron a 56 agentes que protegían un desfile de partidarios del Ejército Republicano Irlandés.
Cientos de unionistas se congregaron en el centro de Belfast para tratar de impedir el paso a una manifestación nacionalista que cruzaría por ese lugar, pero comenzaron a arrojar piedras, botellas, cohetes y otros proyectiles cuando la protesta se aproximaba.
La Policía, que resguardaba la zona en previsión de un choque entre ambos grupos, disparó balas de plástico y cañones de agua para intentar dispersar a los unionistas, pero se desencadenaron los enfrentamientos.
Baggott felicitó a los policías que impidieron que la anarquía se extendiera y que pudo causar varios muertos, y refirió que los oficiales arrestaron siete personas por "comportamiento desenfrenado" en medio de los disturbios, registrados la noche del viernes.
Añadió que los jóvenes unionistas-protestantes que atacaron a la Policía "no tenían intenciones pacíficas", por lo que se realizarán más arrestos, de acuerdo con reportes de la cadena de noticias BBC de Londres.
Una portavoz del PSNI indicó que de los 56 oficiales heridos, cuatro requirieron hospitalización, de los cuales sólo uno de ellos permanece bajo atención médica.
La secretaria de Estado de Irlanda del Norte, Theresa Villiers, describió la violencia y los ataques contra la Policía como "vergonzosa" y juzgó que lo sucedido era "un enorme paso hacia atrás".
En los violentos choques, dos civiles también resultaron heridos, decenas de automóviles fueron quemados y locales comerciales en las inmediaciones sufrieron severos daños. La ministra del gobierno británico de Irlanda del Norte condenó a las turbas protestantes por su comportamiento.
"Piense lo que piense la gente sobre los méritos de la marcha, debe respetarse la ley", afirmó la secretaria para Irlanda del Norte, Theresa Villiers.
Las causas
⇒ La violencia en el centro de Belfast es la primera en un tenso fin de semana donde se anticipan desfiles de los sectores extremos de los protestantes británicos y los irlandeses católicos.
⇒ Extremistas protestantes, alentados por mensajes de redes sociales, trataron de impedir el desfile en Royal Avenue, la principal arteria comercial de Belfast. Algunos ostentaban banderas británicas en capas o máscaras y arrancaron adoquines del empedrado para atacar a los policías.
⇒ Más de 500 revoltosos, en su mayoría protestantes que enfrentaron a la policía en las calles de Belfast, ya han sido acusados y condenados por hechos de violencia callejeros en diciembre, enero y julio.
⇒ Los incidentes de este año reflejan el resentimiento de los protestantes por los progresos de los irlandeses católicos en el proceso de paz. El acuerdo de paz del Viernes Santo de 1998, mediado por Estados Unidos, buscó poner fin a la violencia, reformar la policía, permitir el retiro de los militares británicos y forjar un gobierno de unidad católico-protestante.