Resulta difícil entender que en Estados Unidos, el gigante y líder mundial de la economía, no se logre un acuerdo en la aprobación del presupuesto anual de su gobierno y se ponga en grave riesgo la estabilidad financiera del mundo entero.
El cierre de las operaciones federales que estalló el pasado 1 de octubre, mantiene con el Jesús en la boca a la comunidad internacional ante la inminencia de un "caos económico", según advertencia del presidente Barack Obama.
La hora cero se llama 17 de octubre cuando concluirá el plazo para aprobar el gasto público de 2013 que incluye recursos para la controvertida reforma de Salud conocida como Obamacare. De no llegarse a un acuerdo en el Congreso, Estados Unidos se vería obligado a declarar una suspensión de pagos con efectos devastadores tanto internos como externos.
Pero en fondo lo que buscan los republicanos ultraconservadores que se oponen a la ley de salud y a elevar el nivel máximo de la deuda al gobierno de Obama, es replantear la función y los alcances del gobierno federal.
El congresista republicano Paul Ryan propone revisar por completo las estrategias del gobierno para ayudar a los más necesitados. El exaspirante a la Presidencia sostiene que Obama se niega a dialogar y que al igual que ocurrió con Ronald Reagan en 1985 y con Bill Clinton en 1997, el Presidente debe sentarse a negociar con el Congreso el techo de la deuda.
Estados Unidos ha registrado incrementos sustanciales de su deuda en los años recientes. Durante los dos períodos de George W. Bush creció en casi 4 billones de dólares mientras que con Barack Obama el incremento supera los 6 billones de dólares.
Este crecimiento se debe en buena medida al costo de las guerras de Irak y Afganistán y a las crecientes partidas para financiar apoyos a los desprotegidos, llámense veteranos de guerra, desempleados, discapacitados, ancianos, minorías, inmigrantes, indigentes, etcétera.
Con el nuevo programa de salud de Obama, se requerirán recursos adicionales lo que obligará al Gobierno federal a endeudarse todavía más y de allí la urgencia presidencial para que el Congreso autorice un mayor endeudamiento del Gobierno federal.
Es muy complicado comprender los vericuetos que existen detrás de este desacuerdo ya que resulta inconcebible que los congresistas busquen colocar a su país al borde de una suspensión de pagos que podría derivar en una posterior bancarrota.
De extenderse el cierre de las operaciones gubernamentales después del 17 de octubre, Estados Unidos dejaría de pagar sus obligaciones e intereses financieros que mantiene con infinidad de instituciones y gobiernos del mundo.
Sólo a China y Japón el gobierno norteamericano adeuda 2.4 billones de dólares, una cantidad estratósferica que a su vez genera intereses descomunales que no serán cubiertos si el Congreso y Barack Obama no logran cerrar un trato en los próximos días.
Evidentemente los republicanos presionarán hasta el último minuto a Obama para que ceda en su programa de salud que fue clave para reelegirse el año pasado pero que con todo y sus bondades no existe la certeza de que el Gobierno podrá sostenerlo en los próximos años.
Pronto veremos quiénes ganan y quiénes pierden en este choque frontal entre republicanos y demócratas.
APUNTES FINALES
También en México tendremos nuestro Waterloo ante la próxima votación de la Reforma Hacendaria… Hay acuerdos entre las bancadas partidistas en varios rubros, pero en otros como el aumento del IVA en fronteras y a las importaciones de la industria maquiladora, las posiciones parecen irreconciliables entre el PRI y el PAN… Janet Yellen, doctora en Economía de 67 años y de filiación demócrata, es la carta propuesta por Barack Obama para ocupar la poderosa presidencia del Banco de la Reserva Federal que en fecha próxima dejará vacante Ben Bernanke… De confirmarse su elección, será la primera mujer en ocupar ese cargo en los cien años de vida del banco federal más importante en el mundo.
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