Cerrado. Por un mes, a partir de mañana, ya no habrá paso por el desnivel del 11-40.
A partir de este viernes se cerrará por completo la circulación en el desnivel del 11-40 en el bulevar Miguel Alemán, medida que se mantendrá por un lapso de cuatro semanas como parte de las obras de ampliación a ocho carriles.
La terminación de toda la infraestructura del puente ferrocarrilero, la conexión definitiva de los equipos de bombeo al cárcamo, así como la realización de algunos otros trabajos harán necesario obstruir la vialidad al cien por ciento, misma que por un período de tres semanas se mantuvo con dirección a Torreón en un solo carril.
Por este motivo, el tránsito vehicular rumbo a la vecina ciudad será orientado por El Campestre al camino lateral del canal del Sacramento, o bien, por la calle Urrea hacia el bulevar González de la Vega del Parque Industrial, por el que tendrán la opción de retomar el bulevar Miguel Alemán bajo el puente D1 ó enfilarse hacia el oriente por el puente que conecta a la avenida Cobián de Torreón, ya que el vado de la calzada Lázaro Cárdenas sigue cerrado.
El director de Obras Públicas y Urbanismo, José Betancourt Hernández dijo que el dispositivo vial ya se encuentra listo y que se duplicará el número de personas que auxilian el tránsito, el cual estará a cargo de unos 40 elementos de la academia policial y personal de la constructora que también participa.
Además, habrá una campaña de volanteo para que los automovilistas estén al tanto de las rutas que deberán tomar. De antemano, advirtió que será necesario que se tomen más tiempo del acostumbrado para trasladarse de un lugar a otro.
Aseguró que al término de un mes, el cuerpo norte será habilitado a la doble circulación en cuatro carriles, aun y cuando éste no se haya terminado en su totalidad.
AVANCES
Actualmente, la ampliación del desnivel a ocho carriles registra una tercera parte de avance con el vaciado de terracerías en el cuerpo sur, la demolición del muro de contención y demás trabajos.
Una vez terminado, el desnivel tendrá una distancia de ocho metros entre el paso vehicular y el ferroviario.