De acuerdo al último reporte del Consejo Cívico de las Instituciones de La Laguna (CCIL), Torreón se mantiene como el municipio más violento de La Laguna y de Coahuila al repuntar los homicidios entre julio y agosto de este año en un 47 por ciento, lo que coloca la tasa de ese delito tres veces por encima de la nacional.
Incluso para el Observatorio Nacional Ciudadano es preocupante que en el caso de “Torreón se tengan cuatro meses consecutivos con crecimiento en el número absoluto de homicidios dolosos y tres meses consecutivos con incremento en el robo violento”.
Es cierto que la tasa de homicidios en La Laguna se ha reducido casi a la mitad en el gobierno de Enrique Peña Nieto, ya que en el período de diciembre de 2012 a agosto de 2013 han ocurrido 472 homicidios en Torreón, Gómez Palacio y Lerdo, un 40 por ciento menos que los 788 registrados en los nueve meses previos, de marzo a noviembre de 2012, en el gobierno de Felipe Calderón. Sin embargo, aún no es tiempo de lanzar las campanas en vuelo.
La situación que vive La Laguna y esta reducción en el número de homicidios mereció una mención en el primer informe del Presidente de la República como ejemplo del éxito logrado con la nueva estrategia de seguridad. Los números no mienten, la reducción es significativa, pero una región con un promedio de 400 homicidios está muy lejos de recuperar la paz.
Tampoco se pueden hacer discursos triunfalistas cuando choferes y pasajeros de los camiones Torreón-Gómez Palacio -Lerdo, viajan con el miedo de ser víctimas de un nuevo ataque. Recordemos que dos camiones han sido quemados incluso un chofer murió días después del último ataque.
En toda la Comarca Lagunera los robos han ido a la alza y a pesar de que sólo se han reportado siete secuestros (5 en Gómez Palacio y 2 más en Torreón) en lo que va del año, todos sabemos que la cifra negra es mayor ya que por desgracia son muchos los ciudadanos que tienen una historia cercana que contar.
Las autoridades de los tres niveles de gobierno están obligadas a dejar los discursos triunfalistas a un lado. Es aún muy prematuro para hacerlo, en contraparte hay que seguir trabajando para disminuir los índices delictivos. Es cierto, ya hay un avance significativo, pero falta mucho por hacer.
