"Cuando escucho a los exhibidores decir que no pueden apoyar al siguiente aspirante a la Palma de Oro de Cannes porque no piensa en su público, estoy de acuerdo con ellos", dice el director y productor de cine, Gary Alazraki, en una entrevista con El Economista.
Nosotros los nobles, se ha convertido en la película más taquillera de la historia del cine mexicano, superando a El Crimen del Padre Amaro, con sus 5 millones, 250 mil, 767 espectadores.
La película costó 25 millones de pesos y tuvo un presupuesto de 15 millones para publicidad. La mayoría de las películas mexicanas no cuentan con esos presupuestos para promocionar y difundir su trabajo a través de campañas publicitarias que creen expectativa en las audiencias.
Víctor Ugalde, Presidente de la Sociedad Mexicana de Directores-Realizadores de Obras Audiovisuales, dijo que la película "cumple muy bien con los arquetipos, se burla de todo y libra los obstáculos que se le presentan". Sin embargo, el hecho de que sea un 'taquillazo' no garantiza que se trate de una propuesta original.
Por su parte, el productor de la película, Leonardo Zimbrón, mencionó que esta cinta no está pensada para festivales ni premios, sino para divertir y entretener. Pero, ¿quién dice que las películas que son premiadas en festivales y ganan premios no puedan divertir y entretener? O, viceversa, que no pueden ser 'taquilleras' si son 'festivaleras'.
A través de diversas declaraciones en medios, Alazraki, deja claro que, en su opinión, "el cine de autor no contempla al público mexicano porque se hace para festivales, pero sin 'pelar' al público". Un director de cine haciendo esta clase de señalamientos da muestras de no conocer las producciones nacionales que han presentado durante los últimos años, pues el hecho de que se trate de películas que resultan galardonadas en diversos festivales, tanto nacionales, como internacionales, no demerita su contenido, temas o manera de contarnos sus historias; por el contrario, esos premios son recibidos por realizar un buen trabajo.
Sin duda, Nosotros los nobles ha logrado recabar grandes ganancias y pronto se comenzará a exhibir en otros países. Además ha logrado captar la atención e interés del público mexicano, con la presentación de la historia de una familia 'clasemediera', en la que los tres hijos deben comenzar a trabajar para hacerse cargo de los gastos de la casa. Se trata de una comedia, no de una de esas 'cintas festivaleras', como las denomina Alazraki; aquí hay que hacer notar que se tiene una percepción generalizada de que el cine popular o 'taquillero' está peleado con el cine de autor o con los temas que se tratan en otros géneros cinematográficos.
Lo popular no tiene porque ser algo que haga reír o que sólo busque entretener al público, hay muchas maneras de hacer sentir identificado al espectador con la historias que se proyectan.
Sin embargo, es cierto que en México el cine de autor generalmente da el 'semanazo' en cartelera, y termina por ser desplazado por las producciones extranjeras que vienen armadas con imponentes campañas publicitarias.
No se trata de ponerle etiquetas a las películas por las temáticas que abordan, sino de ser capaces de apreciar las diferencias que hacen única a cada propuesta cinematográfica. Nosotros los nobles vino a darnos una gran lección sobre la manera en que podemos atraer la atención de nuestro público, a la vez que nos demuestra que la gente sí va al cine. Ojalá no tengan que pasar otros diez años para que se vuelva a romper el récord en recaudación de ganancias y en el número de espectadores que asisten a ver cine mexicano.
Twitter: @diananapoles