El primer visitador general de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis García, dijo que en el caso de la alumna de la Escuela Nacional Preparatoria 9 que fue acosada sexualmente por su profesor hubo indolencia, abandono y complicidad por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), porque a seis meses de ocurridos los hechos, el asunto continúa en la impunidad dado que no ha habido sanción penal ni administrativa para el mentor.
Indicó que ayer miércoles recibió una segunda queja por parte de una exestudiante que también fue hostigada sexualmente por el mismo profesor, "y pese a que ya había antecedentes, por alguna razón que desconocemos, no ha sido sancionado".
La mamá de la alumna que denunció los hechos, aseguró en entrevista, que la UNAM no le ha ofrecido a su hija el apoyo psicológico, jurídico y académico que amerita, "y que yo sepa no se han tomado medidas para prevenir que estos casos vuelvan a ocurrir". Dijo que los antecedentes de acoso sexual por parte del referido profesor tienen años, pero que el área jurídica de la institución no pudo proceder por falta de pruebas.
El martes pasado, por primera vez, la CNDH emitió una recomendación al rector de la UNAM, José Narro Robles, tras acreditar que la institución violó los derechos humanos de la alumna de preparatoria que fue acosada sexualmente por su maestro de física, debido a que no ejerció ninguna acción administrativa ni penal que prevenga que este delito se repita, ni reparó el daño a la víctima.
El organismo documentó que el profesor le condicionó a la alumna su calificación a cambio de que accediera a sus peticiones sexuales e incluso, como se aprecia en un video difundido en las redes sociales y tomado por sus compañeros, forcejeó con ella en el salón de clases cuando se negó. La CNDH informó que el 29 de abril de este año se rescindió el contrato individual de trabajo del profesor; pero "no existe constancia de que la Oficina del Abogado General haya dado vista de los hechos a la Contraloría de la UNAM, lo que provocó que los agravios queden en la impunidad".
El 7 de mayo de 2013, la madre de la víctima solicitó la intervención de la CNDH debido a que su hija le informó que el 24 de abril de ese año, cuando se presentó al examen de física, su profesor le ordenó que se sentara en la primera fila, frente a su escritorio. Él le escribió en el examen que si quería pasar con siete tendría que darle besos a cambio, u "otra cosa", si quería nueve de calificación.
Tras lo ocurrido, ella acudió a la Oficina Jurídica de su plantel para denunciar al profesor y un servidor público le explicó que el mentor tenía antecedentes de ese tipo de conductas, pero que nadie le había iniciado procedimiento alguno por falta de evidencias.
La alumna, según su testimonio, regresó entonces con el maestro para recoger su examen y se encontró con que la calificación era reprobatoria. Él le insistió por escrito que quería besos para calificarla con ocho o 10. La estudiante tomó la evidencia e intentó salir corriendo del aula, pero el profesor la trató de detener y la sujetó del cuello para tratar de arrebatarle los documentos, por lo que ella gritó y sus compañeros y un maestro la auxiliaron.
Los exámenes y las videograbaciones que tomaron sus compañeros fueron entregadas a la Oficina Jurídica y la Fiscalía Central de Investigación para Delitos Sexuales de la PGJDF, la cual remitió la denuncia a la PGR, donde se encuentra en integración.
A detalle
⇒ El primer visitador consideró que la oficina jurídica de la escuela colocó a la joven en una situación de doble vulnerabilidad, al pedirle que fuera ella quien recabara las evidencias.
⇒ Señaló que se debe iniciar un proceso administrativo y penal contra el profesor.
