EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Coahuila es un desierto, y Tabasco es un Edén

Ciudad posible

ONÉSIMO FLORES DEWEY

Andrés Granier ingresó muy joven al servicio público. Humberto Moreira también. Ambos fueron alcaldes de sus ciudades, y después gobernadores de sus estados. Distinguidas carreras políticas las dos. Tanto uno como otro fueron electos para su último cargo público con más del 50% de los votos. La gente confiaba ciegamente en ellos. De hecho, la ceguera colectiva en torno a estos personajes fue de tal magnitud, que pocos en Tabasco y en Coahuila notaron la catástrofe financiera que cultivaban sus gobiernos.

Resulta que durante las administraciones de Granier y de Moreira se perdieron miles de millones de pesos. Hablo de muchos ceros. Así, puff, esfumados. De cada 10 pesos que gastaban en obras y programas sociales, otros 10 desaparecían de la contabilidad gubernamental. Las cuentas públicas no cuadraban, pero los diputados seguían aplaudiendo y los medios locales -muchos de ellos- continuaban desbaratándose en elogios.

Sin embargo poco a poco se fue desenrollando la madeja. Nadie sabe, nadie supo, hasta que se supo. Cuando el público conoció al fin la verdad, Moreira y Granier se declararon ofendidos. La víctima soy yo, dijo Moreira, y denunció un complot en cada noticiero que quiso prestarle sus micrófonos. Cual alumno del maestro, hoy Granier repite la estrategia. Al menos ya comenzó a repartir comunicados, diciendo que entregó en su debido tiempo documentación que comprueba el buen uso de los recursos en su gobierno. Cabe la posibilidad de que ambos se hayan convencido de sus propias mentiras. Quizá estemos ante un extraño caso de auto-hipnotismo. Sin embargo los Secretarios de Finanzas que acompañaron a Granier y a Moreira durante sus gobiernos están curiosamente prófugos. A uno le incautaron una cuenta con millones de dólares en el Caribe y una decena de propiedades en Texas. Al otro le descubrieron $88 millones de pesos guardados en una refaccionaria, y aparentemente es propietario de un Ferrari que vale tanto como cuatro años de su sueldo como funcionario. A lo mejor estos sujetos actuaron solos -la tesis del ladrón solitario- pero resulta que tanto Granier como Moreira también están fuera del país. No crea usted que huyeron. El primero dice atenderse de un tratamiento médico, mientras el otro dice cursar estudios de posgrado. Ambos viven bien -uno en Miami y el otro en Barcelona- disfrutando de una beca pagada por sus paisanos.

El caso es que las historias de Moreira y de Granier son harto parecidas. Y sin embargo, todo indica que el tabasqueño será llamado a cuentas, mientras que el coahuilense seguirá impune. Da la impresión que las autoridades tabasqueñas están en lo suyo, mientras que las coahuilenses ya le dieron carpetazo al asunto. Cada vez que Granier o sus subalternos declaran algo impreciso, el Gobierno de Tabasco responde con puntualizaciones pertinentes. No es cierto que nos entregaron las cuentas. No es cierto que dejaron dinero. No es cierto que tengamos un acuerdo con el Señor Granier. No es cierto que las cuentas cuadran. En Tabasco, tanto Granier como el Secretario del Ferrari ya fueron citados a declarar. En Coahuila en cambio, los actuales funcionarios representan la principal línea de defensa del régimen anterior. Valga un ejemplo: A los dos ex Secretarios de Finanzas les incautaron dinero que no pueden explicar. En Tabasco las autoridades abren una investigación, piden apoyo a la Unidad de Inteligencia Financiera del Gobierno Federal, y mantienen a la opinión pública informada. En cambio en Coahuila, las actuales autoridades evitan el tema hasta que son obligadas a declarar que no tienen vela en el entierro, pues no hay registro de que el dinero haya salido directamente de las cuentas del estado. Nadie acusa al exfuncionario moreirista de tonto, pero en fin.

A estas alturas es evidente que Granier fue un pésimo alumno del Profesor Moreira. Completó el curso entero, pero no cuidó el examen final. La única razón por la que Moreira está tranquilo y Granier está preocupado, es que Moreira fue remplazado por su propio hermano, y Granier no. Dice el Gobernador Arturo Núñez: "Con Andrés Granier no he asumido, ni asumiré compromiso alguno. Ni antes ni después de tomar posesión como Gobernador de Tabasco he pactado asunto alguno con él. Mi compromiso es sólo con la ley, y con los tabasqueños." Coahuila es un desierto, y Tabasco es un Edén.

@oneflores

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 878510

elsiglo.mx