El punto de desarrollo multilateral del individuo en el tratado de sociedad solidaria tiene mucho de razón en cuanto a la necesidad del Ser Humano de gozar de tiempo para el crecimiento personal, lo que genera desarrollo social al ser más generalizado este goce de tiempo:
Cuanto más diversificadamente asimile el Hombre los logros de la ciencia, del arte, de la técnica, etc., más rico comparecerá su mundo interior, más desarrolladas estarán sus cualidades humanas, que podrá utilizar en la actividad que le interese. Por eso, aunque un individuo no pueda especializarse en todas las ramas, esta educación de la capacidad creadora, no le impide elegir cualquiera de ellas.
La fusión cultural se logrará en la medida en que avance la inclusión social. La satisfacción plena de las necesidades de los miembros de la sociedad y la reducción de la jornada laboral en la producción material, situarán en primer plano el desarrollo de la personalidad humana y la satisfacción de las necesidades artísticas y espirituales. Que la ciencia, el arte, la moral, se convertirán en las formas principales de la cultura nacional. La existencia de un número mayor de personas dedicadas a la ciencia, acelerará el ritmo de avance de ésta, progresarán sin trabas todas las ramas del conocimiento.
Claro que se requiere de una reforma educativa integral, ya que es necesario la formación de una cosmovisión avanzada, de la actitud solidaria hacia los demás, la instrucción general y politécnica, la educación estética y física, la formación internacionalista y humanista, etc. La construcción de la nueva sociedad, hace necesario que todo miembro de la misma tenga una visión científica, objetiva del mundo que lo rodea, que pueda orientarse libre y acertadamente en el mismo y transformarlo, comprender la marcha y las perspectivas del desarrollo social, que con una valoración correcta de los fenómenos, los acontecimientos y su lugar y papel en la construcción social, pudiendo elaborar una postura firme en la vida.
El tiempo libre es el que queda descontado el tiempo necesario, es decir, el tiempo laboral, el invertido en ir y volver del trabajo, en el quehacer doméstico, en satisfacer las necesidades fisiológicas (sueño, aseo personal, alimentación, etc.) y que el Hombre utiliza a su antojo, según el nivel cultural, de ingresos materiales y de estado físico. La existencia de tiempo libre, aunque sea en parte de los miembros de la sociedad, es una condición importante del desarrollo social. Cuanto mayor sea el tiempo libre y considerable la parte del mismo dedicado a la producción comunitaria o de la cultura, más elevado será el ritmo del progreso social.
Como la autocrítica es un acto político responsable que atañe en menor o mayor grado a amplios intereses sociales, la actitud ante ella se determina teniendo en cuenta desde qué posiciones se lleva a cabo, porqué lucha y qué logra. La cuestión de fondo es no aceptar la crítica por la crítica misma, sino aceptar aquella crítica constructiva, la que ayuda a resolver problemas, a superar errores y corregir las diferencias que se originan en el terreno de la práctica.
Y como el Estado, el derecho y las instituciones, fueron las formas que el hombre dio para conformar vida en sociedad, es por esta vía que todos debemos participar para construir la sociedad en movimiento de mejora continua que anhelamos.
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