El Gobierno estadounidense presentó una estrategia integral para luchar contra el ciberespionaje industrial y los ataques informáticos contra el país que vulneran los derechos de propiedad y secretos de empresas.
El fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, explicó ayer en la Casa Blanca una estrategia para "combatir el robo de secretos comerciales" por parte de actores extranjeros, poco después de la oleada de ataques atribuidos a China contra compañías tecnológicas y medios de comunicación.
Holder aseguró que hay países y entidades extranjeras "que quieren aprovecharse de los altos niveles de innovación e inversión" de Estados Unidos y recordó que a través de internet "un hacker en China puede robar secretos en Virginia" por valor de millones de dólares "sin dejar su escritorio". La nueva estrategia reforzará la cooperación internacional y de agencias federales para prevenir los intentos de robo de secretos comerciales y considera también reforzar las restricciones sobre productos y servicios fruto de ese tipo de hurto.