Mi interés por los Yankees de Nueva York comenzó cuando era niño y mi padre tuvo a bien llevarme con él a Panamá en enero de 1946. Allí estaban los Yankees en su entrenamiento de Primavera. Conservo recortes de periódico con fotos de Di Maggio, King Kong Keller, Phil Rizzutto, que junto con sus firmas guardo como recuerdo del día en que me hice fanático de los "Yankees".
Con el paso del tiempo, dividí mi atención entre beisbol y futbol. Jamás había soñado siquiera que un día estaría dentro de la organización de los Bombarderos del Bronx, como humilde asesor de métodos estadísticos. Algo es algo.
Ahora que en el este de los EE. UU el sol comenzó a brillar, revive el interés por la "pelota caliente". Les aseguro que recuerdo con afecto los días en que La Laguna tenía su equipo de beisbol. Y mi cariño por los "Bombarderos del Bronx" ha sido firme y lo que me han enseñado sobre cómo conducir un equipo profesional deportivo, me ha servido para ayudar al desarrollo de algunas ligas y clubes. O sea, he repartido mi interés entre el futbol y el beisbol.
Acabo de regresar de la primera junta del año en Florida. Desde febrero se planea cuidadosamente el campeonato, costumbre de hace décadas, pues el éxito en cualquier actividad depende de una planeación profunda y concienzuda. Esto requiere paciencia, claro. En ninguna actividad humana hay milagros. En Tampa, los "Bombarderos" del Bronx celebran desde hace décadas su entrenamiento de Primavera. Lo controla el manager, los ejecutivos, los ayudantes y buscadores de talento. Es el momento en planificar los siguientes nueve meses que buscan lograr resultados que nunca son milagrosos. En el ambiente tanto veteranos como jóvenes promesas, huelen lo que es "el beisbol grande". Los jóvenes que un día vestirán el uniforme "pin stripes" entrenan junto a jugadores consagrados, a quienes un día reemplazarán. Antes, deberán probar su habilidad jugando en equipos "sucursales" de los Yankees en las Ligas Menores, o sea en segunda, tercera y hasta cuarta divisiones.
Es iluso el que crea que hay "Milagros" en el deporte profesional. Llevo mucho tiempo viviendo en Europa y América, el ambiente de un deporte profesional bien organizado, que es similar al de una gran empresa comercial o industrial que llevan décadas cuidando su imagen y a sus seguidores (clientes o fanáticos, es igual). Siempre me hago la misma pregunta: "¿por qué si es tan sencillo crear grandes empresas al igual que ligas grandes del deporte, no hemos entendido todavía esto en nuestro futbol?".
En mi opinión no hay mucha diferencia entre las Mayores y ligas profesionales de beisbol o futbol mexicanas. En ambos casos (toda proporción guardada) estamos hablando de planeación, y supervisión inteligente de la ejecución. Se deben manejar inteligentemente grandes sumas de dinero. Tanto en el beisbol profesional de EE. UU. como en el futbol mexicano, hay patrocinadores que invierten fortunas en anunciarse porque saben de la popularidad con que el público en general sigue los torneos.
La diferencia radical (creo yo) radical en que en el caso de las Ligas Mayores de beisbol - hay un alto comisionado, sin ligas con ningún equipo o empresa comercial, que cuida que se mantenga limpia la trayectoria profesional de todos; que haya honestidad en la contratación de jugadores; que se fomenten en serio ligas menores, infantiles y juveniles que son la cantera de donde se alimentan los grandes clubes deportivos de cualquier parte del mundo.
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