No termino nunca de aprender futbol, a pesar de haber jugado (mal) y ver (bien) mucho futbol en el mundo por más de 7 décadas. Sigo aprendiendo. Ahora del fracaso de nuestra Selección Nacional que demostró (una vez más) que en el futbol no basta dominar para ganar. El pasado miércoles en el mayor estadio del mundo, con 109,000 gargantas (eliminó a 1,000 que le iban al rival) pero sobre todo escuchando voces que quieren hacer creer que al público que el futbol es parte de "amor a la Patria"; esto sirve para desbordar pasiones y llenar estadios.
Dios me ha permitido convivir (a veces por horas y días) con muchos que SÍ sabían de futbol; a ellos agradezco mi concepto de este deporte y la correcta perspectiva en que lo juzgo. Me apena confesar que la mayoría de los "expertos" de hoy en día, no son para mí "expertos en el futbol"; agradezco al Creador haber conocido a docenas de gentes que sí lo eran, de este deporte apasionante, y mi experiencia ha sido que quienes más y mejor lo saben, son los que más fácilmente comparten lo que saben.
Menciono algunos nombres de quienes me enseñaron a ver el futbol como lo que es "un juego apasionante". Vittorio Pozzo me explicó cómo logró que en un ambiente de política y patriotería convenció a jugadores que jugaran futbol y ganaran dos Copas del Mundo; a don Renato Cesarini con quien almorzaba una vez al mes durante su estancia con los Pumas, quien en la UNAM "descubrió" la sencilla "fórmula" de cómo encontrar y desarrollar jugadores; mi amigo y apátrida periodista de "France Presse", Rafael García que me enseñó a descubrir los aspectos inéditos de un sencillo juego de futbol; Sir Stanley Rous, simpático y el mejor presidente de FIFA, que como buen árbitro era honesto y compartía lo que hay oculto en las reglas del futbol más sencillas de cualquier deporte; mi recordado Horacio Casarín rara combinación de honestidad, habilidad e inteligencia, amigo de amigos y modesto gran jugador de futbol.
Es larga la lista de quienes (algunos sin saberlo) me enseñaron a ver y juzgar la realidad del futbol: Don Santiago Bernabeu, Luis Regueiro padre, los "revolucionarios" periodistas Dante Panzeri y Flavio Zavala Millet; Willy Meisl, periodista y hermano de Hugo, uno de los "grandes" del futbol mundial; Sepp Herberger, Franz Backenbauer.
Bruno Rodolfi, José Manuel Moreno, etc. Lista interminable. Sus enseñanzas me dan un poco de autoridad para juzgar lo que ocurrió en el Azteca hace un par de días.
Durante su estancia en el D.F con los "Pumas", en el restaurante "L'Escargot" Renato Cesarini, me decía que el buen futbol consiste en lograr que en cada jugada se pueda sorprender al rival… recordó al "Pirata" Fuente (lo vio jugar con el Vélez Sársfield en Argentina). Le llamó el jugador más creativo que hemos tenido; jamás desperdiciaba sus facultades físicas (por ejemplo usaba picardía y mentalidad, no el cuerpo para ganar pelotas). Y lo hacía con elegancia y precisión, evitando choques físicos… era (y me temo que es) el mejor armador de juego que hemos tenido.
Tampoco puedo imaginar a Gustavo Peña marcando como "estampilla". Deben cubrirse espacios para crear ataques al rival, no para destruirlos. Siempre el defensor debe apoyarse en cuando menos dos jugadores para un rápido contrataque. Y tampoco imagino a Casarín anotando los 335 goles que anotó en su carrera, si le hubieran ordenado esperar que le den pelota para sorprender al rival, como ahora pretendieron que juegue el "Chicharito" - lo hicieron perder movilidad y ubicación como lo hace en la Liga Inglesa. Por eso el DT de EE.UU., Jurgen Klinsmann no tuvo problema en aislarlo; y como blanco fácil de los defensores rivales, se pasó esperando una pelota "en bandeja de plata". Esto rara vez ocurre en el futbol moderno. Hemos mostrado una increíble ingenuidad para jugar con una formación defensiva rígida ante el equipo estadounidense, nunca hubo intento de utilizarla para jugar con inteligencia.
Podría seguir mi análisis, pero el espacio termina. Tristemente confieso que la estrategia y habilidad táctica de quienes dirigen la selección, requiere una revisión más realista y creativa. Nadie duda que tenemos el mejor equipo en la Concacaf; y que el arbitraje siempre buscará ser medio ciego y duro con nuestros jugadores. (Es el precio que pagan los mejores, como ocurre en el beisbol de Ligas Mayores con los Yankees). Hay tiempo para clasificar para el Mundial, pero urge que se aproveche la creatividad de cada jugador del equipo y no que se les encierre dentro de un sistema elemental.
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