Pido disculpas a los escasos o muchos lectores de esta modesta columna.
Por mi ausencia aparente de las páginas de nuestro "Siglo". Ocurre que me invitaron a Pachuca, para participar en la votación del "Museo y Salón de la Fama del Futbol" Mexicano en Pachuca, único en su género en el mundo. Y al margen de la excelente organización, como se llevó a cabo el evento, tengo comentarios importantes, siempre con el enfoque de crítica constructiva que he procurado mantener en mis comentarios.
Considerando que apenas cumplió su tercer año, aplaudo la forma como se manejó este evento, hace un par de semanas. Presentes estuvieron muchos periodistas y expertos del futbol mundial, tanto europeos como de naciones sudamericanas. El evento iniciado en 2011 sin duda ha ido creciendo. En comparación con el de hace dos años ahora está claramente enfocado seriamente a la objetividad en seleccionar jugadores, sin faltar desde luego (y comprensiblemente) preferencia clara por el jugador mexicano.
¿Está esto justificado? Bueno, desde el punto de vista que el museo es obra de mexicanos uno diría que sí. Acepto que en los primeros dos eventos haya existido tal vez notoria preferencia por nuestros jugadores y entrenadores, pero se comprende como normal para estimular y dar a conocer una obra única en su género en el mundo. Lógico, se le dio importancia necesaria al futbol mexicano. Pero ahora llegó el momento de darle un tinte más internacional, sobre todo porque FIFA, la organización que rige el futbol mundial, avala la existencia y los logros del museo.
Me invitaron a este evento (igual que asistí al primero) más que por otra causa por mi amistad de décadas con mi ídolo y amigo Horacio Casarín (q.e.p.d.). Ahora lo hicieron pensando que podría aportar algo, basado en las tres décadas de pertenecer a IFFHS, federación no lucrativa de historiadores del futbol mundial. Aproveché para insistir que era tiempo de recordar a futbolistas de otros continentes, pues se habían limitado a reconocer mexicanos, europeos y sudamericanos. Como quienes dirigen el museo son gente inteligente y con los pies sobre la tierra, entendieron el mensaje y abrieron sus puertas.
Bueno, cuando menos abrieron una puerta. Mi proposición de ingresar al primer jugador africano al museo fue votada por total mayoría por los miembros: George Weah, extraordinario jugador de Liberia, estrella que brilló en el futbol africano y el europeo.
Para el futuro deben entrar más, desde luego. Ocurre que los miembros del comité son, en su mayoría, gente de 50 años o menos. Para muchos de ellos no trasciende tanto la importancia de reconocer no sólo a superestrellas del pasado inmediato, sino a los grandes jugadores del pasado mediato. Pocos saben por ejemplo las grandes cualidades de jugador y directivo del Lic. Ernesto Sota García, goleador del América, y como directivo de nuestro futbol fue el que calmó los ánimos de los sudamericanos en el primer Mundial (1930) que querían romper con FIFA por lo que creyeron desprecio a la organización del Mundial de Uruguay; el Lic. Sota los calmó fundando la Confederación Panamericana de Futbol para defenderse de FIFA.
Y ¿qué me dicen de "Récord" Rafael Garza Gutiérrez, gran defensa y por varios años entrenador nacional? ¿O Alfredo C. Crowle, jugador y entrenador del Pachuca, del Necaxa campeonísimo y de la Selección Nacional, campeona centroamericana en 1935? Y no olvidemos al "Titi" Luis García Cortina, goleador y que jugó en el futbol argentino.
Y es que además, los logros mundiales en el futbol no están limitados a Europa y Sudamérica, hay muchos jugadores africanos, asiáticos y australianos que merecen también "colarse" a las listas de grandes estrellas del futbol. El hecho de que George Weah esté en el Salón de la Fama de Pachuca, ha resonado en el mundo. Ahora sí, se dice, es un verdadero Salón de la Fama Mundial el de Pachuca.
Vaya pues mi felicitación sincera a los creadores del que hasta ahora es el único sitio del mundo donde se reconocen los auténticos valores del deporte más popular del mundo. Y está en "La Bella Airosa", como llaman a Pachuca, que junto con el DF y Orizaba fue una de las tres cunas del futbol mexicano.
cfr515@charter.net
