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Como les iba diciendo...

Carlos F. Ramírez

Desde luego, todos estamos pendientes de nuestra selección que se sacó la lotería en su clasificación. El que le haya tocado enfrentar a una selección como Brasil anticipa que se pondrá a prueba la verdad de nuestro futbol.

Sí, hemos ganado antes a los brasileiros, pero además de que nunca han sido un rival fácil (aunque sí a veces "a modo"), ninguna selección que juega en su casa es rival fácil de vencer. Y si no recordemos lo que se sudó en 2008 para no perder ante Sudáfrica, que en la historia y el papel no era rival difícil para nuestro equipo nacional.

Croacia, como el lector recordará, era integrante de la antigua Yugoslavia. Los croatas son gente acostumbrada a enfrentar dificultades, y representan el espíritu croata, con fama de usar fibra y serenidad para superar contingencias. Yo no olvido su debut en un Mundial, en Francia con su uniforme de cuadros rojos y blancos. Ya Europa antes había conocido ese futbol con el Dínamo de Zagreb, y se recuerdan las protestas que hubo en esos días, cuando por razones políticas, le cambiaron el nombre por HANSK y luego por "Croacia Zagreb". La independencia de Croacia permitió regresar al nombre original, que lo mantiene como el más popular equipo del nuevo país.

Recordemos que ese futbol fue tercero en el Mundial de Francia; y que sus estrellas juegan en ligas importantes de Europa. Retumban los nombres de Darío Simic, Robert Kovac y Niko Kovac. Davor Suker fue el goleador del Mundial de 1998, con un futbol fácil y de ataque.

Ciervo Darijo y el rejuvenecido Ivan Klasnic son sencillamente goleadores. Su futbol dista mucho de ser defensivo, y el vigor y la experiencia que tienen de jugar en ligas europeas importantes los hacen un obstáculo mucho muy difícil para nuestro futbol.

Por ejemplo, de los 23 jugadores que le dieron la clasificación para el Mundial de Brasil, sólo cinco juegan en Croacia, el resto está en clubes de otros países, principalmente europeos. Pensar en ganarle con la Selección que hasta ahora tenemos y quien la dirige, es soñar con una resurrección del futbol mexicano. La lógica nos dice que será muy, pero muy difícil lograrlo.

Eso nos deja como rival con posibilidades de ganarle a los africanos de Camerún, que por algo son la selección africana que más mundiales ha jugado: siete en total, los dos últimos en forma consecutiva. La resistencia de los cameruneses queda ejemplificada en un solo nombre: Roger Milla, galardonado como uno de los mejores jugadores del mundo del siglo pasado.

La madera y fibra de que están hechos los cameruneses lo ejemplifica el hecho de que Milla ha sido el goleador de mayor edad en la historia de los Mundiales: en el Mundial de 1994 anotó gol contra Rusia, cuando tenía más de 42 años de edad.

Desde luego, hay otras figuras importantes del futbol camerunés, no sólo en las Copas del Mundo sino en ligas de otros países. Aparte de Milla, recordemos a Samuel Eto'o, Patrick M'Boma y nuestro viejo conocido del América, Francois Omam Biyik. Dicho de otra forma, no hay uno solo de los tres rivales de México que pudiéramos llamar fácil de vencer. Por otra parte, generalizando, esta es una característica del moderno futbol que se juega en las Copas del Mundo.

Le aseguro al lector que nada me dará más felicidad, si me equivoco. El solo hecho de pensar que puedan avanzar más allá de la ronda inicial, depende no tanto de los jugadores (que sin ser lo que uno esperaba tampoco son para rechazarlos) sino de que el DT nacional nos convenza de que tiene algo más que cualidades de actor. Ojalá y ocurra esto, porque ¡vaya si nuestro futbol necesita una inyección de optimismo!.

CFR515@CHARTER.NET

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