Finanzas Buen Fin Aguinaldo FINANZAS PERSONALES Buen Fin 2025

Complicaciones para una política monetaria

Por Salvador Kalifa

Hace unas semanas señalé que la abundante liquidez monetaria inyectada por los principales bancos centrales del mundo era la razón principal para la apreciación de muchas monedas, en particular el peso mexicano.

Ese, sin embargo, no es el único efecto colateral del relajamiento cuantitativo. Seguramente hay otros, algunos negativos, así como complicaciones adicionales para el manejo de la política monetaria, tanto en las naciones avanzadas como en países emergentes como el nuestro.

Con las tasas de interés cerca de cero en todos los países avanzados, sus bancos centrales han recurrido a la heterodoxia y, con diferentes modalidades, optaron por lo que comúnmente se denomina una política monetaria de relajamiento cuantitativo.

Esta política consiste en inyectar liquidez adicional masiva en los mercados financieros. La magnitud de esta inyección se ilustra con el dato de que los activos totales de la Reserva Federal (Fed) eran de 873 miles de millones de dólares (mmd) a finales de agosto de 2007, cuando se percibían las primeras señales de la Gran Recesión, y después de varias rondas de relajamiento cuantitativo, llegaron a 3,353 mmd el 29 de mayo pasado.

Algunos miembros de la Fed no han respaldado esas rondas. Por ejemplo, en este año el voto disidente ha sido de Esther L. George, a cargo de la Presidencia del Banco de la Reserva Federal de Kansas City, como sucedió en la reunión del Comité respectivo que concluyó el 1 de mayo pasado.

En esa oportunidad George expresó "su preocupación porque la continuación del alto nivel de acomodación monetaria aumentaba los riesgos de futuros desequilibrios económicos y financieros y, con el tiempo, podría causar un aumento en las expectativas inflacionarias de largo plazo."

Además, con múltiples vasos comunicantes actuales entre los mercados financieros, la liquidez no queda confinada dentro de las fronteras del país de origen, sino que trasciende a otros países, creando un verdadero océano de liquidez financiera mundial. En China, por ejemplo, el agregado monetario M2 equivalió en 2012 a casi 190 por ciento de su Producto Interno Bruto.

En México, la liquidez global se reflejó principalmente en la entrada de capitales al mercado de dinero. La tenencia de valores gubernamentales por parte de extranjeros que promedió en 2005 y 2006 un saldo del orden de los 10 mmd, pasó en el trienio 2007-2009 a cerca de 20 mmd y con un crecimiento explosivo a partir de 2010 llegó a poco más de 140 mmd el 24 de mayo pasado.

Junto a la apreciación nominal de nuestra moneda, los flujos referidos crean otras complicaciones para la política económica interna. A ellas se ha referido en varias ocasiones el gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens.

En la 76 Convención Bancaria, Carstens expresó que "los flujos financieros internacionales… pueden propiciar aumentos excesivos en los precios de los activos domésticos y expansiones desmedidas del crédito, lo que suele desembocar en la formación de desbalances financieros. Asimismo, existe el riesgo de que ante un eventual retiro del estímulo monetario se produzca una reversión en los flujos de capital que, en principio, puede tener importantes consecuencias sobre la estabilidad financiera y sobre la actividad económica".

En parte para prevenir un mayor ingreso de recursos y reducir los daños de su reversión futura, Banxico recortó en marzo pasado en 50 puntos básicos su tasa de interés objetivo.

Sin embargo, esa decisión no frenó inicialmente la entrada de capitales y coincidió con un repunte notable en la inflación que si bien fue anticipado por Banxico, crea dudas razonables sobre su compromiso con el objetivo prioritario de "procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional" y alcanzar la meta de inflación del 3 por ciento.

La situación se ha complicado por los comentarios del presidente de la Fed sobre el posible momento en que comenzaría a disminuir sus compras de bonos hipotecarios y gubernamentales, lo que contribuyó a la depreciación reciente del peso frente al dólar.

Aun así, algunos analistas financieros siguen hablando de la posibilidad de que Banxico reduzca nuevamente su tasa de interés objetivo, a pesar de que la baja realizada en marzo se anunció como un evento único y existe un repunte incómodo de la inflación.

Esto significa que la inyección de liquidez mundial ocasiona dolores de cabeza a la política monetaria de nuestro país. En ese contexto no se pueden descartar nuevos recortes en la tasa referida, pero considero que la Junta de Gobierno de Banxico no lo hará al menos mientras persista la depreciación nominal del peso y la inflación no muestre un claro descenso.

Leer más de Finanzas

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Finanzas

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 878111

elsiglo.mx