EFE
Pieles de animales se secan al sol frente a una casa de uno de los empleados del ganadero que ocupa las tierras de la comunidad indígena Sawhoyamaxa de la etnia Enxet, en Santa Elisa (Paraguay). La comunidad de Sawhoyamaxa o "del lugar donde se acabaron los cocos" reclama desde hace 20 años la restitución de sus tierras ancestrales, que a pesar de un fallo a su favor de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de titularles 14.000 hectáreas, el territorio continúa en poder del ganadero Heriberto Roedel.