Al iniciar si discurso en Acapulco, el presidente Enrique Peña Nieto manifestó que su gobierno "reprueba los hechos de violencia en la ciudad capital del estado", al referirse a los actos vandálicos de maestros disidentes en las distintas sedes locales de los partidos políticos.
"De ninguna manera puede ser la violencia una vía para la transformación", advirtió el mandatario en la LXXXVI Convención Nacional Bancaria, ya que "el gobierno está decidido a transformar a México por el camino de la democracia".
Y señaló que "el gobierno de la República estará en colaboración con el gobierno de Guerrero para hacer valer el estado de derecho" en la entidad.
El Ejecutivo llamó también a los principales partidos para continuar con el Pacto por México y seguir abriendo espacios para dialogar.