Ésta es la primera vez que dicha técnica se implementa desde territorio mexicano. EFE
Mediante la técnica de interferometría de base muy larga (VLBI), el Gran Telescopio Milimétrico (GTM) se conectó con radiotelescopios desde Hawai hasta Iowa, en Estados Unidos, informó el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), instalado en Puebla.
Conectando el GTM Alfonso Serrano en México con otros siete radiotelescopios en Estados Unidos, un grupo internacional de astrónomos ha observado las regiones nucleares del cuasar lejano 1633+382 a una longitud de onda de tres milímetros.
De acuerdo al doctor Alberto Carramiñana Alonso, director general del INAOE, ésta es la primera vez que dicha técnica se implementa desde territorio mexicano.
Refirió que el grupo de científicos, compuesto por investigadores INAOE, la Universidad de Massachusetts (UMASS), el Observatorio Haystack del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y el Observatorio Radioastronómico Nacional de Estados Unidos (NRAO), realizó estas observaciones.
La técnica que se utilizó en la conexión fue técnica de interferometría de base muy larga (VLBI por sus siglas en inglés, Very Long Baseline Interferometry), la cual consiste en combinar de manera precisa las señales medidas por radiotelescopios separados por cierta distancia con el fin de obtener la resolución espacial.
Con la resolución espacial se tiene la capacidad de ver detalles, equivalente a la de un telescopio con dimensiones correspondientes a la de la distancia entre las antenas; detalles que requieren una antena de seis mil kilómetros de apertura. Una antena sola no puede estudiar la morfología de objetos astronómicos con este nivel de detalle.
Carramiñana Alonso informó, en un comunicado, que los investigadores han reportado la detección de un patrón de interferencia comúnmente denominado como franjas, el cual indica que ha logrado sintetizar un telescopio de dimensiones correspondientes a la separación entre los radiotelescopios empleados, siendo la mayor de éstas la distancia entre el Volcán Sierra Negra, en el estado de Puebla, México, y Mauna Kea en Hawai.
Por su parte Miguel Chávez Dagostino, director científico del GTM, explicó que gracias al GTM se pudo observar el cuasar 1633+382. Un cuasar es un objeto extremadamente luminoso situado en el centro o núcleo de algunas galaxias.
Destacó que se trata de una fuente poderosa de energía pero de dimensiones pequeñas, para los estándares astronómicos.
“La interpretación mayormente aceptada es que vemos la emisión de energía originada en el entorno de un hoyo negro supermasivo ubicado en el centro de la galaxia anfitriona. 1633+382, también conocido como 4C 38.41, es un cuasar relativamente lejano, con un corrimiento al rojo de 1.81, que corresponde a una distancia de 10 mil millones de años luz, medido por el tiempo que tarda la luz en llegar hasta nosotros”, explicó.
Por su parte, David Hughes, director del Gran Telescopio Milimétrico Alfonso Serrano, subrayó: “Estos resultados dan muestra de que el GTM, que apenas está comenzando su fase de operaciones, es óptimo para colaborar con una red internacional de radiotelescopios de clase mundial”.
Insistió que así se demuestra que el GTM puede funcionar como una estación interferométrica y se abre la puerta para realizar observaciones mediante la técnica VLBI a una longitud de onda de un milímetro.
EL GTM planea formar parte de una red mundial de radiotelescopios denominada Event Horizon Telescope (EHT), que tiene como objetivo capturar por vez primera una imagen de alta resolución del ambiente que circunda el hoyo negro que habita en el centro de nuestra Galaxia. Los científicos esperan realizar estas detecciones en el año 2014.
El Gran Telescopio Milimétrico Alfonso Serrano se ubica a cuatro mil 581 metros sobre el nivel del mar, en la cima del Volcán Sierra Negra o Tliltépetl, dentro del Parque Nacional Pico de Orizaba. Es un radiotelescopio diseñado para operar en longitudes de onda de entre 0.85 y 4 milímetros. Tiene una antena parabólica de 50 metros de diámetro.