En la antesala de su asamblea general ordinaria 104, en que a querer o no se deslizará su patética situación financiera, está en vías de expedirse un Decreto Presidencial para vitalizar al Consejo Técnico del Instituto Mexicano del Seguro Social vía la inclusión de tres consejeros independientes.
La exposición de motivos habla de reclutar voces reconocidas que ubiquen vías para una mejor eficiencia en el uso de los recursos del organismo ubicado como emblemático en la búsqueda de equilibrio social en el país, y mayor eficacia en la construcción de sus objetivos.
Se trata de garantizar la gobernabilidad, transparencia y la adecuada rendición de cuentas en la ruta de una buena administración y buen gobierno.
La llegada de consejeros independientes a la máxima instancia de decisión del organismo de seguridad social no afectará su estructura tripartita, dado que seguirá habiendo cuatro representantes gubernamentales, cuatro patronales y cuatro obreros.
Las tareas de éstos superarán los esquemas existentes tanto en Petróleos Mexicanos como en el Infonavit y Nacional Financiera.
El razonamiento habla de que México no puede darse el lujo de desaprovechar la capacidad, experiencia y probada honorabilidad de personas que a lo largo de los años han acumulado un acervo excepcional de conocimientos relacionados con la seguridad social y las más modernas y depuradas técnicas administrativas.
Hace unos meses, según le dimos cuenta en este espacio, la Confederación Patronal de la República Mexicana le había pedido al entonces presidente Felipe Calderón que interviniera para abrir el escenario de la representación patronal ante el Consejo Técnico, ante lo que ubicaba como sobrerrepresentación industrial.
La cúpula del ramo, Concamín, acapara tres asientos, en tanto la Concanaco tiene el cuarto, en la lógica de que son organismos constituidos por ley, en tanto la Coparmex es un sindicato de patrones.
Sin embargo, ésta tiene un asiento en el Consejo del Infonavit.
Desdeñada la propuesta, la academia y algunos organismos empresariales cambiaron la ruta para plantear la posibilidad de un Decreto Presidencial para colocar consejeros independientes adicionales, en un escenario en que "a lo largo de los años las sucesivas administraciones se han enfrentado al reto de adecuar el Instituto a las exigencias cambiantes de la estructura social y económica del país, procurando modernizar y diseñar los mecanismos tanto de su marco administrativo como legal, sin que ello se haya logrado siempre a cabalidad…".
Los requisitos que se plantean para alcanzar la posibilidad de participar en el Consejo Técnico sin representación alguna, son el ser profesionales destacados en su especialidad, no vinculados directa o indirectamente en actividades directivas o de operación cotidiana del Instituto.
Su objetivo apuntaría hacia la búsqueda de vías de gobernabilidad corporativa en las diversas unidades y direcciones administrativas; a la transparencia y rendición de cuentas, además de analizar la vigencia y adecuación de las visiones estratégicas del organismo tripartita.
La tarea incluye elaborar o proponer formulas efectivas que aseguren en las diferentes áreas del Instituto la agilidad y coordinación necesaria, información financiera confiable y de fácil comprensión y medios efectivos de control y coordinación internos.
El encargo, que no ubicará a los designados como servidores públicos, será por seis años, aunque con posibilidad de ser removidos por causas graves, como incumplir los acuerdos del Consejo Técnico; no excusarse de conocer y votar los asuntos en que tengan conflicto de interés, o haber sido condenados por delito doloso que amerite una pena corporal.
Una vía, pues, para ubicar salidas frente al gran problema financiero que enfrenta el Instituto, en cuyo escenario durante el sexenio pasado se contrataron asesores a granel; se anularon los programas de austeridad y se llevó al extremo el problema de abasto de medicinas. Un volado por el Seguro Social.
BALANCE GENERAL
Aunque la veladora está prendida ahora en el Senado ("San Emilio/Danos tu auxilio), resulta patética la danza de millones con que se intentó detener la catarata de impuestos que se debatía en la Cámara de Diputados.
Mientras los grandes consorcios, derecho de picaporte al calce, peleaban en las altas esferas del poder por colocarse una malla de protección a la caída de la consolidación fiscal, las mineras lanzaban su ofensiva vía un ejército de cabilderos, en tanto, en el caso más espectacular, la alianza de propietarios de ingenios e industriales refresqueros le entró a todo y de todo.
En la tarea se contrataron no sólo despachos de lobistas o cabilderos de todos colores y sabores, sino inútiles y costosas agencias de relaciones públicas en cuya "estrategia" se lanzó una guerra de desplegados sin eco alguno en la opinión pública, como el lanzarle la culpa del activismo de la contraparte al exalcalde de Nueva York, Michael Blomberg, al financiarla con 10 millones de dólares.
Total que al final del día prevaleció el IEPS de un peso por litro a bebidas azucaradas, sin discriminar a refrescos y polvos para aguas frescas; total que, aunque con algún afloje de último minuto, prevaleció la intención de desaparecer la consolidación fiscal; total, que con algún dulcecito en materia de deducciones, prevaleció el impuesto de 7.5 por ciento a los ingresos de las empresas mineras y de pasada el 10 por ciento a las ganancias de los especuladores bursátiles.
En la carambola, metida en calidad de cuña por los refresqueros la idea de generalizar el IEPS al azúcar en general, el rebote pegó a todos los alimentos que se consideran chatarra, de helados a dulces, pasando por pastelitos, chocolates y bebidas congeladas.
En el saldo preliminar de la batalla, se culpa a ConMéxico, encabezado por Jaime Zabludowski, de falta de antenas e inmovilismo frente a la guerra civil entre sus socios.
Más allá, se reconoce como los paladines de la causa a los presidentes del Consejo Coordinador Empresarial, Gerardo Gutiérrez Candiani, y el de la Coparmex, Juan Pablo Castañón, en tanto se subraya la falta de enjundia por supuestos compromisos políticos del de la Concamín, Francisco Javier Funtanet.
En la ola, el presidente de la Concanaco, Jorge Dávila Flores, hizo el ridículo al dar como un hecho en las redes sociales que no habría homologación del IVA en las fronteras.
Y para qué le seguimos.
VENDEN PETROQUíMICAS
Ubicadas como el patito feo de Petróleos Mexicanos, al marginarlas del presupuesto de inversión, para no hablar de mantenimiento, ahora resulta que la paraestatal está poniendo en venta dos de sus complejos petroquímicos, Escolín, ubicada en Poza Rica, y Tula.
En el primero se produce polietileno de baja densidad; en el segundo acrilonitrilo eranhitrico. En uno trabajan 750 personas; en otro 400.
La exposición de motivos habla de que no existen posibilidades de reactivación, lo que en las entrelíneas indica que se venderían a particulares en calidad de chatarra.
De hecho, la práctica se ha dado en el pasado con instalaciones ubicadas en Veracruz.
PANAMá TERRESTRE
Calificada como una instancia equivalente al canal de Panamá, sólo que por tierra, la carretera Matamoros-Mazatlán, extensión previa a Durango, representa la más compleja, túneles y puentes al calce, construida en el país.
Uno de los tramos, el más difícil, lo construyó la empresa Tradeco de Federico Martínez, con una inversión de seis mil millones de pesos, poco menos de la cuarta parte de los 28 mil que requirió la magna obra.
En la fase previa a la apertura o construcción de 18 túneles de 4.8 kilómetros y 11 puentes cuya longitud alcanza 2.1 kilómetros, se debió levantar una ciudad para alojar a los mil 500 trabajadores participantes.
