Sería inadmisible e inmoral que la federación lleve a cabo un rescate a los estados y municipios que están sobre endeudados, consideró el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP).
El presidente del organismo, Carlos Cárdenas Guzmán, planteó poner límites o topes al endeudamiento de los gobiernos locales, hacer un esfuerzo para aumentar la recaudación propia y orientarlos para reestructurar sus deudas y que éstas se vuelvan manejables.
“El problema de la deuda de los estados y municipios es que en muchos casos los recursos no se invirtieron en conceptos que corresponden a las funciones que les son propias, sino que se dilapidaron en gastos de dudosa y clara procedencia”, señaló el directivo en rueda de prensa.
Expuso que a septiembre de 2012, la deuda de los estados y municipios en México ascendió a 400 mil millones de pesos, de la cual 72 por ciento se concentra en 10 entidades: Distrito Federal, Nuevo León, México, Coahuila, Veracruz, Jalisco, Chihuahua, Michoacán, Sonora y Chiapas.