Las encuestas recientes revelan la gran diferencia en el trabajo entre los jóvenes (personas que tienen entre 20 y 35 años de edad) y quienes ya están alrededor de los sesentas. Entre otras cosas, los jóvenes quieren flexibilidad en los horarios de trabajo, más tiempo "propio" y una retroalimentación frecuente acerca de su desempeño en el trabajo, así como asesoría y consejos acerca de su carrera de parte de los jefes.De hecho, los jóvenes creen que su jefe podría aprender "una o dos cosas" de sus bisoños empleados.
Hoy es más difícil conseguir un empleo, el desempleo y el subempleo permanecen altos entre la población y muchos jóvenes no tienen otro camino que seguir dependiendo económicamente de sus padres. Sin embargo, a pesar de todo esto, los jóvenes de hoy tienen sus propias opiniones acerca del trabajo, cómo debe ser éste y cuál debe ser su rol al respecto. En las encuestas de MTV aplicadas a cientos de miles de jóvenes estadounidenses enfocadas en sus perspectivas acerca del trabajo, se reflejan las diferencias que existen en sus puntos de vista en relación a los que tienen las personas mayores.
En sus artículos del Harvard Business Review, Ron Ashkenas -Director de Administración de SchafferConsulting- hace referencia al estudio de MTV acerca de los jóvenes de hoy. A pregunta expresa de mi parte, acerca de si estos mismos resultados se presentan en los países de América Latina, Ron me contestó lo siguiente: "las diferencias culturales y económicas influyen en el comportamiento y los jóvenes no son exactamente de la misma manera en todas partes, sin embargo, el aumento en la globalización de influencias culturales, reduce en gran medida las otras diferencias. Particularmente entre los jóvenes de Estados Unidos y México".
En la actualidad, México es un país de jóvenes, según el Censo de Población y vivienda 2010, en ese año la mitad de la población tenía 26 años o menos. Había 7 millones de personas entre 55 y 64 años y un poco más de 27 millones de personas entre 20 y 34 años. Esta generación de jóvenes está cambiando los mercados en todos los aspectos y también la forma de trabajar. Han crecido en la era de los mensajes de texto y los medios sociales, están hiperconectados, están familiarizados con las nuevas tecnologías, son emprendedores y colaborativos. No están a favor de los esquemas tradicionales jerárquicos, quieren ambientes de trabajo rápidos y promociones tempranas.
Los jóvenes generalmente se conectan a Twitter y a Facebook, están acostumbrados a las formas rápidas de hacer contacto con los demás y esperan lo mismo en el trabajo. En la encuesta, el 80% de los jóvenes dijeron que les gustaría una retroalimentación frecuente de sus gerentes, no les gusta esperar seis meses o un año para saber que piensan de su desempeño y el 75% quiere ser asesorado por sus superiores.
La tendencia en los jóvenes es que el 79% desean que se les permita vestir pantalones de mezclilla en su trabajo, por lo menos algunas veces. Una mayoría de jóvenes -el 98%-, desean un trabajo en donde puedan ser "ellos mismos". Lo anterior parece indicar que los jóvenes no separan su vida personal de la vida en el trabajo como lo hacen los mayores.
Los jóvenes trabajan mejor cuando quieren trabajar. El horario normal de oficina para ellos es decadente, el 81% prefieren manejar horario diferente, quieren flexibilidad incluyendo la posibilidad de trabajar de manera remota e ir a la oficina sólo cuando así se requiera, o de plano no ir. Si el objetivo es hacer el trabajo bien hecho, para ellos el tiempo que se pasa en la oficina no es importante.
El 50% manifestaron en la encuesta que preferirían no tener trabajo a tener uno que no les guste. Entre las características de un trabajo atractivo, "hacer lo que me gusta" ocupó mejores posiciones que sueldo y prestaciones. Y si no es dinero lo que los jóvenes tienen como prioridad, entonces ¿Cuál es su prioridad? Para el 87%, "un trabajo en donde se valore mi creatividad", el 90% "un trabajo en donde pueda trabajar duro sabiendo si lo estoy haciendo bien", y quieren que sus jefes, los gerentes y los directores escuchen sus ideas. El 76% piensa que sus jefes pueden aprender mucho de ellos y que sus opiniones e ideas realmente importan.
Nueve de cada diez jóvenes dijeron en la encuesta que quieren un trabajo en donde puedan socializar y divertirse, también tienen un genuino deseo de involucrarse en las estrategias y visión de la empresa y de que hará la empresa para innovar y mantenerse en el mercado. Tienen poco interés en la jerarquía y no les impresionan los títulos de los puestos de las estructuras piramidales, creen que todos deben ser escuchados tomando las mejores ideas de quien las aporte, sin importar si tiene poco tiempo en el trabajo o si no tiene un puesto sobresaliente.
Aclaro de nuevo que al referirme a la nueva generación de trabajadores, mi intención es marcar las diferencias con la generación de quienes estamos ingresando a la tercera edad, sin pretender definir cuál de ellas es la mejor. En esta inevitable ola de cambios, la nueva fuerza de trabajo está aquí y debemos estar todos listos para continuar el desarrollo empresarial bajo estas nuevas premisas.
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