Controversia. El Contralor Lauro Villarreal firmó el dictamen de las cuentas.
La Contraloría Municipal, quien según el alcalde de Torreón Eduardo Olmos será la encargada de decidir respecto a la separación de su cargo del tesorero municipal Pablo Chávez Rossique de acuerdo a la promoción de sanción que hizo la Auditoría Superior del Estado (ASE), dictaminó y avaló el pasado 6 de agosto, el Avance de Gestión Financiera del segundo trimestre del año que dos días después y por errores fue desechado en la sesión de Cabildo.
Sin revisar las cuentas públicas, el contralor Lauro Villarreal Navarro firmó el dictamen que se remitió al auditor superior del Estado, José Armando Plata Sandoval.
En el oficio asegura: "El informe de Avance de Gestión Financiera del Segundo Trimestre del Ejercicio 2013 del R. Ayuntamiento, fue presentado en la forma y plazos que establecen las leyes".
También indica que: "Por ser de mi facultad y obligación la vigilancia, fiscalización, control y evaluación de los ingresos, gastos, recursos, bienes y obligaciones de la administración pública municipal, toda vez que he revisado, evaluado y verificado los resultados que muestran las operaciones que se reflejan el Avance de Gestión Financiera por el Segundo Trimestre del Ejercicio 2013".
Esta información no fue aprobada en la sesión de Cabildo del jueves 8 de agosto, al límite del plazo fijado por el Congreso del Estado para que se presentara.
El alcalde Eduardo Olmos sacó el tema y conminó a los ediles a posponer la votación ante las divergencias de la información financiera presentada por representantes de la Tesorería Municipal.
Será hasta hoy jueves, quince días después, cuando se pase nuevamente a la votación de los ediles.
No revisan.
Según la síndica de Vigilancia Natalia Virgil, la prueba de que la Contraloría Municipal no realiza su trabajo es que firmó un dictamen sin revisar su contenido.
