El Congreso del Estado quitó a los regidores la facultad para intervenir en la expedición de licencias de construcción y dejó las autorizaciones sólo en manos de los alcaldes y los directores de Urbanismo, para agilizar los trámites.
Los diputados aprobaron ayer las reformas a la Ley de Asentamientos Humanos y Desarrollo Urbano para reducir los plazos en los que las autoridades municipales deben expedir las licencias.
Con estas reformas, las direcciones municipales de Urbanismo deben expedir licencias para construcciones menores a 60 metros cuadrados en dos días y dan un plazo no mayor a 20 días para obras más grandes.
El Congreso también eliminó la obligación de solicitar las opiniones de los consejos municipales de desarrollo urbano, al considerar que esto provoca retrasos en la autorización de construcciones.
Los retrasos han sido más evidentes en el desarrollo de nuevos fraccionamientos, cuyas licencias pueden tardar hasta seis meses.
La iniciativa de reforma considera que solicitar la autorización de los cabildos y la opinión de los consejos abre "espacios de corrupción" que hacen el trámite "complejo e ineficiente".
La reforma aplica para todo tipo de permisos de construcción, demolición o ampliación de edificios, así como la relotificación o división de predios.
El documento señala que es "imprescindible abatir la sobrerregulación" en los trámites urbanos.
