Los hipertensos, al menos una vez al año deben acudir a hacerse una palpación abdominal por el especialista quien, al detectar incremento del latido o pulsatilidad de la aorta debe descartar la presencia de aneurisma, programar los estudios que confirmen la sospecha diagnóstica, que de confirmarse, debe enviarse al cirujano. INGIMAGE
El angiólogo Carlos Rubén Ramos López dijo que un adecuado control de la presión arterial y evitar el tabaquismo son mancuerna importante para prevenir hemorragias por ruptura de aneurismas, definidos como adelgazamiento de las paredes internas de los vasos sanguíneos, especialmente de arterias.
El médico que encabeza el departamento de Angiología en el Hospital de Especialidades del IMSS en Jalisco agregó que una arteria con paredes delgadas puede reventarse con facilidad ante cualquier incremento en la presión del flujo sanguíneo que la atraviesa y provoca sangrados mortales hasta en 80% de los casos.
Indicó que en ese hospital se hacen entre 30 y 40 cirugías anuales para corrección de aneurismas, “concretamente los ubicados en la zona abdominal, los cuales afectan la arteria aorta, que constituye una de las más importantes del cuerpo”.
Comentó que los pacientes sometidos a este tipo de intervención tienen una edad promedio de 65 años.
“En el grueso de los casos el hallazgo es circunstancial, porque la sintomatología que caracteriza al aneurisma abdominal pasa desapercibida para la mayoría de las personas debido a que una de sus principales manifestaciones es la sensación de plenitud rápida, aunque se hayan consumido pequeñas cantidades de alimento”.
Explicó que cuando un paciente es operado por un aneurisma abdominal, por lo menos han pasado de 10 a 12 años de evolución del mismo y “hay casos en que la manifestación es una hemorragia intra-abdominal muy abundante que tiene una alta letalidad”.
Afirmó que las técnicas quirúrgicas para resolver un aneurisma abdominal han revolucionado mucho y en el Hospital de Especialidades “se cuenta con equipo, material y personal calificado para estos procedimientos”.
Precisó que de acuerdo de la extensión del aneurisma, “se decide si la corrección se hace por cirugía abierta, que consiste en suplir el segmento adelgazado de la arteria por una malla hecha de dacrón”.
“O por vía endovascular, la cual requiere de una pequeña punción a la altura de la ingle para, a través de las arterias femorales, se introduce instrumental especial para alcanzar la zona del aneurisma y se coloca la malla que refuerza la arteria dañada, por dentro de ésta”, apuntó.
Resaltó que lo importante es que el paciente esté atento a síntomas como sensación de plenitud rápida al tomar alimentos, así como del aumento en la pulsación abdominal.
“El paciente puede percibir un latido a la altura del abdomen que concuerda con el del corazón y esto puede ser un indicio de adelgazamiento de la arteria aorta abdominal”, señaló.
Mencionó que, ante estas circunstancias y sobre todo si la persona es hipertensa, es importante que busque lo antes posible la atención médica especializada, ya que en 85 por ciento de los casos, el aneurisma abdominal es quirúrgico”.
“Los hipertensos, al menos una vez al año deben acudir a hacerse una palpación abdominal por el especialista quien, al detectar incremento del latido o pulsatilidad de la aorta debe descartar la presencia de aneurisma, programar los estudios que confirmen la sospecha diagnóstica, que de confirmarse, debe enviarse al cirujano”, apuntó.
Destacó que es importante dejar hábitos nocivos conocidos por sus repercusiones en el incremento de la presión sanguínea, como es el tabaquismo y el consumo de alimentos ricos en grasa y sal.