El barco de guerra Durango, donado en mayo del 2003 al gobierno de Sinaloa para transformarlo en el segundo museo flotante en México, fue convertido en chatarra y fundido por una empresa privada, sin que existan en los archivos documentos sobre su venta y destino de la artillería, maquina y radar que poseía.
La nave de guerra, construida en la época de los "treinta", en los astilleros de la Unión Naval Lavante Ehavarrieta y Larrinaga, de Cádiz, España, fue vendida en el 2009, sin que las autoridades locales del sexenio pasado lo dieran de baja del padrón de bienes estatales.
El Titular de la Unidad de Transparencia y Rendición de Cuentas del Estado, Juan Pablo Yamuni Robles dijo que la embarcación de guerra ya no existe, puesto que fue desmantelada y fundida, sin que se conozca en forma oficial los detalles.
Comentó que en su área, no encontró, ningún antecedente documentado, sobre los criterios asumidos para la operación de adjudicación del contrato venta del navío de guerra en retiro, ni registros de ingresos económicos a la tesorería del Estado por dicha operación comercial.