La factura del dispositivo de seguridad desplegado durante la pasada cumbre del G8 en Irlanda del Norte, sin precedentes en la provincia británica, ascendió a 75 millones de libras (87 millones de euros), anunció hoy el Gobierno norirlandés.
El ministro de Finanzas del Ejecutivo autónomo de poder compartido entre protestantes y católicos, Sammy Wilson, aseguró que, pese a su elevado coste, lo "más importante" es que "pudimos celebrar con éxito y seguridad" el encuentro de los líderes del G8 los pasados 17 y 18 de junio.
Por tierra, agua y aire, más de 8,000 agentes del orden, aviones no tripulados ("drones"), helicópteros o vehículos anfibios velaron por la seguridad de la reunión organizada en el aislado complejo hotelero de Lough Erne, próximo a la localidad de Enniskillen, en el condado suroccidental de Fermanagh.
En torno a este hotel se erigió, además, una gran muralla metálica para mantener alejados a los manifestantes, con un coste de 4 millones de libras (4,67 millones de euros), al tiempo que se reforzó la presencia policial en Belfast, donde el presidente estadounidense, Barack Obama, efectuó una breve vista al comienzo de la cumbre.
No obstante, el carácter pacífico de las protestas y el escaso número de manifestantes que participaron en ellas dejó un balance de tan solo dos personas detenidas, según informó el Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI).
Wilson explicó hoy que "varios millones de libras" se invirtieron en la gestión de los juzgados y centros de detención provisionales establecidos en la región para hacer frente a una posible "avalancha" de detenciones de manifestantes.
También se destinaron fondos a programas de entrenamiento en disturbios para parte de los 3,500 agentes de las fuerzas del orden de Escocia, Gales e Inglaterra que participaron en uno de los mayores dispositivos de seguridad vistos en el Reino Unido.
El Gobierno británico contribuirá con 60 millones de libras (70 millones de euros) a la factura final, mientras el resto correrá a cuenta del Ministerio norirlandés de Justicia e Interior, indicó el titular de Finanzas.
Al margen del gasto de seguridad, el Gobierno autónomo de Belfast invirtió otros 5.1 millones de libras (5.9 millones de euros) en la mejora de las carreteras próximas a Lough Erne y en una campaña de publicidad diseñada para rentabilizar el evento.
"Debemos reconocer el potencial que tiene el G8 para generar enormes beneficios económicos en Irlanda del Norte. Por eso a esta cumbre le seguirá el próximo otoño una conferencia sobre inversión", añadió Wilson.
