Rechazo. El impuesto al carbono no es bien aceptado por especialistas, ya que consideran que sólo se busca recaudar más.
La propuesta del Ejecutivo federal en materia hacendaria que contempla la implementación de un impuesto al carbono, "es una medida principalmente recaudatoria y de mínimo impacto para el mejoramiento del ambiente", afirmó la Comisión de Estudios del Sector Privado para el Desarrollo Sustentable (Cespedes).
El director ejecutivo del organismo privado, José Ramón Ardavín, consideró que hay una evidente contradicción entre el impuesto propuesto por el Ejecutivo federal y lo que establece la Ley General de Cambio Climático en su artículo 92, segundo párrafo.
Dicha Ley precisa: "Se consideran instrumentos económicos de carácter fiscal, los estímulos fiscales que incentiven el cumplimiento de los objetivos de la política nacional sobre el cambio climático. En ningún caso, estos instrumentos se establecerán con fines exclusivamente recaudatorios".
Ardavín refirió que la propuesta de reforma hacendaria busca imponer un impuesto de 70 pesos por tonelada de carbono antes que atender las oportunidades evidentes de mitigación de gases de efecto invernadero.
Entre éstas, mencionó el fomento y los incentivos a las energías renovables; la conversión de sistemas de diesel y otros combustibles a gas natural; y a la promoción del transporte público eficiente y generalizado en los mayores centros de población, entre otras medidas.
EN OTROS PAÍSES
"Las disposiciones que gravan el carbono en otros países están etiquetadas para mitigar la generación de gases de efecto invernadero a través de incentivar mejores prácticas, o son deducibles de otros impuestos, y no únicamente con fines de recaudación", apuntó.
En el caso de México, agregó, "la propuesta de impuesto no da opciones al sector privado, debido a que el país no tiene una oferta suficiente de gas natural ni de energías renovables".
De hecho, una de las principales motivaciones de la iniciativa de reforma energética es precisamente ampliar la escasa oferta que actualmente tenemos, señaló el director del Cespedes.
Estimó que el pretendido nuevo impuesto "genera condiciones de clara desventaja con nuestros competidores comerciales, sobre todo con aquellos que no tienen medidas similares; y promoverá que la producción de bienes y servicios migre a otros países, en detrimento de nuestra producción y de nuestros empleos".
Respecto al impuesto al carbono, el proyecto de reforma es incongruente, pues mientras las gasolinas han recibido un subsidio de cerca de 90 mil millones de pesos en lo que va del año, el impuesto al carbono recaudaría poco más de 20 mil millones de pesos.