China y Rusia reaccionaron hoy con indignación a la publicación la víspera de un informe del Departamento de Estado estadounidense en el que se sitúa a los dos países entre los peores del mundo en el tráfico de personas.
Pekín dijo que “la parte estadounidense debería adoptar un punto de vista objetivo e imparcial respecto a los esfuerzos de China y cesar de emitir juicios unilaterales y arbitrarios sobre China”, según una declaración de la cancillería.
El ministerio de Relaciones Exteriores ruso se declaró “indignado” por el informe, que denuncia la situación de trata y tráfico de seres humanos en el mundo, y sitúa a Rusia y China en lo más bajo de la tabla.
Washington acusa a Pekín y Moscú de no hacer lo suficiente para luchar contra el tráfico de seres humanos.
El Departamento de Estado acusa particularmente a China de “trata contra la población migrante en el interior de China”, y denuncia el “trabajo forzado en fábricas de ladrillos, minas de carbón y factorías”.
El informe, que estima que hay 27 millones de personas obligadas a trabajar en condiciones de esclavitud en todo el mundo, podría provocar la aplicación de sanciones económicas contra los dos países.