Firma. Obama, firma varios proyectos de ley en su escritorio en la oficina Oval en la Casa Blanca.
Los demócratas en el Senado allanaron el camino para una aprobación rápida de los nombramientos actuales y futuros que haga el presidente Barack Obama, al aprobar la anulación de un precedente que duró décadas en esa cámara y socavar la capacidad de los republicanos para bloquear las votaciones finales.
La votación con 52 sufragios a favor y 48 en contra para debilitar las maniobras obstruccionistas en torno a los nombramientos presidenciales coronó más de una década de lucha, en la que los presidentes de ambos partidos se quejaban de los retrasos en la Cámara Alta para la confirmación de las personas propuestas a diversos cargos, en particular a las cortes federales.
En la Casa Blanca, el presidente Obama aplaudió la votación. Dijo que los republicanos han usado tácticas dilatorias "como herramienta imprudente e incesante para frenarlo todo".
"Y eso no es lo que tenían en mente los fundadores de la nación. Y ciertamente no es lo que necesita el país en estos momentos", agregó Obama.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, que impulsó la nueva medida, acusó a los republicanos de "obstruir de manera increíble y sin precedentes" la ratificación de las personas propuestas por Obama para ocupar los cargos vacantes de jueces y en otras dependencias.
"Llegó la hora de cambiar el Senado, antes de que esta institución se vuelva obsoleta", afirmó.
Su contraparte republicana, el senador Mitch McConnell, acusó a los demócratas de ejercer la fuerza bruta y afirmó que lo lamentarán cuando la actual coyuntura política cambie.
McConnell comparó el proceder de los senadores demócratas con la desacreditada promesa del mandatario de que los estadounidenses que lo quisieran podrían mantener sus seguros médicos bajo la reforma a las leyes de salud propuesta por Obama, y destacó que Reid prometió a mediados de año que no buscaría modificar el proceso para la aprobación de los nombramientos en el Senado.
El punto en cuestión era una norma que puede requerir una mayoría de 60 votos con el fin de garantizar una votación para ratificar a los nominados presidenciales a los cargos de jueces, en el gabinete o en otras agencias.
De acuerdo con la nueva iniciativa, los demócratas dirigidos por Reid buscaron cambiar los procedimientos para que solamente sea obligatorio obtener una mayoría simple para allanar el camino a una votación final.