La Presidencia contrató a un particular para vigilar el trabajo de legisladores y cabilderos durante la discusión de las Reformas Estructurales.
Ello pese a que, de manera oficial, cuenta con funcionarios para atender la relación de Los Pinos con el Congreso.
La Presidencia contrató, por adjudicación directa, a Jorge Jaime Díaz Basáñez para que le proporcione el servicio de "asesoría para el seguimiento de las actividades parlamentarias en el Congreso de la Unión".
Esto implica la presencia de "observadores in situ" para elaborar reportes.
La descripción del servicio es clara: Díaz Basáñez tendrá que enviar personal a San Lázaro y el Senado para que esté pendiente de cómo evolucionan las iniciativas del Ejecutivo y las Reformas Estructurales. Otra de sus funciones es ver cómo interactúan los legisladores y los múltiples grupos de interés que, por medio del cabildeo, tratan de influir en sus decisiones.
También deberán observar el trabajo en las secretarías técnicas de las comisiones, que es donde está el personal de las Cámaras que redacta las leyes.
"Un grupo de especialistas acudirá a los diversos escenarios (comisiones, recinto parlamentario y grupos de legisladores)", dice el anexo del contrato, publicado en Compranet el 9 de octubre.
El contrato fue adjudicado el 17 de octubre por 348 mil pesos y estará vigente hasta el 31 de diciembre, lo que significa que sólo cubre las últimas semanas del período ordinario de sesiones del Congreso.