Sin rampas. El servicio de 'guardería' de adultos mayores se ofrece en casas sin rampas ni barandales.
En un edificio de tres pisos ubicado en la Colonia San Pedro de los Pinos se ofrecen cursos de regularización para entrar a la prepa, servicio de planchaduría, consultas odontológicas, clases de zumba y, a partir de agosto, una "guardería" para adultos mayores.
Abrir un centro de día para atender a adultos mayores sin el equipo de expertos requeridos y la infraestructura adecuada es frecuente en el País debido a lagunas en la legislación y falta de supervisión, alertan especialistas.
"Está insuficientemente regulado, sólo hay una norma para instituciones de asistencia social, pero para las de la sociedad civil o las privadas que funcionan como negocio no hay ninguna regulación", advirtió Luis Miguel Gutiérrez Robledo, director del Instituto Nacional de Geriatría.
Sergio Valdés Rojas, director de atención geriátrica del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam), explicó que sólo existe la NOM 031 Prestación de Servicios de Asistencia Social a Adultos y Adultos Mayores en Situación de Riesgo y Vulnerabilidad, referida a todo tipo de establecimientos.
Admitió que aunque el Inapam debe vigilar estos centros, no lo ha hecho.
"Es una actividad que vamos a empezar a hacer. Diseñamos un instrumento para este fin. En este año esperamos revisar al menos unos 15 centros porque no tenemos mucho personal", señaló.
Yolanda Vega, quien hace 4 años abrió una casa de día en la delegación Venustiano Carranza, comentó que con dos cuidadoras atiende a los cinco adultos mayores que apenas caben en el salón principal del lugar.
En realidad, el lugar es una casa sin rampas de acceso ni barandales para evitar caídas.
En este centro, la actividad principal de los huéspedes son juegos de mesa y caminatas a un parque cercano, sin embargo, si la persona lo prefiere puede estar sentado todo el día viendo televisión.
"No los tratan profesionalmente y se deterioran", señaló Ana Luisa Sosa, investigadora del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía.
IGNORAN CUÁNTOS CENTROS HAY
La Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores estableció desde 2009 que el Inapam tenía que crear un registro único obligatorio de todas las instituciones públicas y privadas de casas-hogar, albergues, residencias de día o cualquier centro de atención a adultos mayores.
A la fecha, el Inapam ignora cuántos centros de día se han abierto en el País. Según Valdés, apenas prevén realizar un censo.
Lo más cercano a un padrón de cuántos asilos de ancianos existen en el País lo ofrece el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), gracias a que en el Censo contabiliza los hogares colectivos.
En 2010 había 744 establecimientos de este tipo con una población de 17 mil 938 adultos mayores.
Gustavo Loreto, quien ha sido asesor de centros de día en Estados Unidos cuestionó que no haya un organismo que quiera tomar las riendas de la legislación y supervisión de estos lugares.
"El Inapam no lo hace aunque dice su constitución que es el órgano rector, que debería de estar haciéndolo; el Instituto Nacional de Geriatría no lo está haciendo, la Secretaría de Salud no lo está haciendo, el DIF tampoco", reprochó.
El resultado, señala, es la creación de sitios sin planeación en su atención.
"Incluso hay residencias que ofrecen el servicio de centros de día 'de pasadita', aprovechan sus instalaciones, pero no tienen método de trabajo, un programa de intervención", indicó el maestro en gerontología social.
Advierte Inapam Irregularidades
El Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores ha recibido quejas de maltrato a usuarios de centros de día, sin embargo, refiere Sergio Valdés, director de atención geriátrica del Inapam, los familiares no han presentado demandas porque no tienen en dónde dejar a sus ancianos.
"Prefieren dejar pasar esta situación", señaló en entrevista.
El funcionario explicó que en el País hay casas-hogar irregulares que atienden a pequeños grupos de adultos mayores pero que no se registran ni cumplen con la Norma Oficial Mexicana NOM-031-SSA3-2012, que es la que establece cómo deben ser las residencias de atención a esta población.
Los centros de día improvisados y sin supervisión, lejos de contribuir a frenar el deterioro de los adultos mayores pueden acelerarlo, coinciden expertos.
"Como la mayoría de estos lugares no tienen la infraestructura adecuada, los adultos mayores pueden sufrir caídas en escaleras o albercas y la falta de barandales pegados a las paredes es también una constante", señaló Ana Luisa Sosa, investigadora del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía.
"(En uno de estos lugares) había alberca y un paciente se cayó y casi se ahoga; (en otro) había escaleras y el paciente se cayó y se fracturó", explicó.
