Con la calificación a la liguilla asegurada, Santos Laguna podría presentarse hoy en el Estadio Azul ante la Máquina arrolladora con un cuadro alternativo, y dejar lo mejor de su repertorio para el próximo miércoles cuando en la Sultana vuelva a enfrentar a Rayados.
Hasta nos gustaría que por fin le diera merecido descanso a Oswaldo Sánchez, que ha tenido gran campaña al grado que hemos dicho varias veces que hoy por hoy es el mejor arquero que tiene México, y diera así oportunidad de presentarse a Julio González, nacido junto a La Quebrada, en Acapulco.
Además hay mucha madera joven surgida de la propia cantera que bien podría darle buen susto a los Cementeros que andan crecidos y envalentonados después de tantos goles que han anotado a lo largo del torneo.
Se puede decir, sin temor a equivocarse, que hoy, a partir de las cinco de la tarde, tendremos un buen partido entre los Guerreros y los Cementeros de Cruz Azul, en el viejo e incómodo inmueble cercano a la Plaza México.
Oribe Peralta confía en su poder de recuperación física para estar en la final de Concachampions, esperando él y todo el equipo un buen arbitraje, tema que deberá ser ampliamente tratado a la brevedad posible por las muchas fallas de los nazarenos.
En las series jugadas en casa durante la semana del 15 al 21 de abril contra Diablos Rojos del México y Pericos de Puebla, los aficionados laguneros al beisbol vivieron dos electrizantes finales, llenos de dramatismo, con la emoción que sólo el rey de los deportes puede brindar.
En ambos casos, el miércoles 17 y el domingo 21, respectivamente, contra Diablos y Pericos, los Vaqueros llegaron abajo en la pizarra al cierre de la novena entrada. Por el desarrollo que habían tenido uno y otro encuentro hasta antes de llegar a la última oportunidad de batear, aparentemente los laguneros no tenían oportunidad alguna de triunfo.
Pero en el beisbol nada está escrito hasta que no cae el último out, el out 27, si el juego no se va a extrainnings. Se trata de un deporte que no está sujeto al tiempo, si bien desafortunadamente en las últimas décadas se ha abusado de él, en detrimento del espectáculo. Pero éste es otro tema.
Fue notorio cómo, al terminar la penúltima entrada y concluir los Vaqueros su octava oportunidad al bat, no pocos aficionados abandonaron el parque, particularmente la noche del miércoles 17, pues ciertamente ya era tarde. Los de casa perdían 7 a 2 y parecía imposible que en el noveno episodio pudieran remontar el marcador.
¡Pero sucedió! Fue sensacional. Como el domingo 21, que en iguales circunstancias perdían 2 a 0. En ambos casos, como se dice en el argot beisbolero, dejaron "tendidos" en el terreno a Diablos y Pericos. Y qué regalazo para el buen aficionado, el que tuvo la paciencia de esperar hasta el final. El que sabe que en este juego, mientras no cae el out 27, todo puede suceder. ¡Y de verdad sucede!.
EN juego de sólo cinco entradas, debido al primer aguacero largo del año en la Capital, los Diablos Rojos perdieron 3-2 el último de la serie en el Foro Sol para que Rieleros de Aguascalientes ganara la serie, pero bien dicen que después de la tormenta viene el sol y el equipo de don Alfredo Harp anunció la contratación de los importantes pitchers Rodrigo López y Dennys Reyes, que regresan a la Liga Mexicana después de años triunfales en las Ligas Mayores.
Y ya con Rodrigo y Dennys los Diablos han quedado muy bien pertrechados para pensar en grande, ya que con un pitcheo tan profundo puede creer que es el ticket para el campeonato número 16 en la historia del equipo.
Rodrigo acaba de tener un gran invierno que comenzó con una gran actuación en la Serie del Caribe con los campeones Yaquis de Ciudad Obregón pero después de entrenar con los Filis de Filadelfia no logró quedarse en la gran carpa donde ganó 81 juegos y fue un gran brazo entre los abridores de los Orioles de Baltimore después de haber lanzado en 1998 con los Diablos. Las lesiones lo persiguieron y aquel manager, Sam Perlozzo con Baltimore, lo perjudicó bastante al quitarlo de la rotación de abridores y ponerlo de relevista. Rodrigo se convirtió en un pitcher de mucha categoría y consistencia, venciendo varias veces a Yanquis y Medias Rojas, que fueron los mejores equipos en sus años en la gran carpa.
Dennys Reyes logró hilvanar 15 temporadas seguidas en Ligas Mayores, habiendo llegado al Dodgers de Los Ángeles por el famoso buscador Mike Brito y cuando sólo tenía 20 años. Había lanzado una temporada con los Diablos y se hablaba cómo se parecía por su edad, su físico y brazo izquierdo a Fernando Valenzuela. Su primer juego como abridor del Dodgers fue espectacular al lanzar muy bien y dando el batazo de la victoria, pero ya con el tiempo fue cambiado, jugó con muchos equipos ya convertido como relevista situacional contra los bateadores zurdos.
Ahora llega a un Diablos que ha tenido problemas en el bull pen antes de llegar la novena entrada y los nuevos lanzadores son esperados para el próximo lunes. Por otro lado también regresa Pedro Castellano, que fue uno de los grandes héroes del campeonato de 1997, en que vencieron en la final a los Tigres. Castellano viene ahora como instructor de bateo en un equipo muy fuerte en ofensiva pero que todavía no alcanza su mejor momento en la campaña, donde, como siempre, es uno de los favoritos para los playoffs.
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