Como especie, el ser humano ha buscado la forma de preservar en el tiempo su experiencia en el mundo y lo ha expresado de diversas formas. De ahí el actual interés de la trascendencia. Los monumentos y las placas conmemorativas dan cuenta de ello. Sin embargo, hubo un primer paso del cual se desprenden todos estos intentos del ser humano de marcar su huella en el mundo.
En el mundo antiguo aparecieron expresiones en las cuales quedaban plasmadas ideas, pensamientos y sentimientos de las personas. Ahí sobreviene un momento clave en la historia de la humanidad, ya que con la invención de la escritura se considera abierto el primer capítulo de la historia del hombre (anteriormente era pre-historia). Entonces una de la forma más arcaica de escritura antigua es la escritura cuneiforme que surge de las necesidades prácticas cotidianas, con el tiempo ésta se vuelve más compleja y especializada hasta llegar a los actuales sistemas de escritura que conocemos. Además la creación de la imprenta abrió el acceso de libros a un mayor número de personas.
Lo que viene junto con la escritura es la habilidad de interpretarla, es decir, darle un significado a lo que se percibe en el papel. Esta habilidad mejor conocida como lectura es desarrollada en base al contacto que se tiene con el material impreso. Para 2010 Leonid Taycher informó que la compañía Google, había utilizado sus herramientas y algoritmos para tener una cifra del material impreso considerado como libro (no revistas ni publicaciones científicas). Y llegaron a una cifra de 129 864 880 libros hasta ese conteo, sin embargo la cifra se encuentra en aumento constante. Por lo cual podemos asegurar que existe mucho material al cual acercarse. Sin embargo la capacidad que tenemos a nivel nación de lectura es considerada por recientes investigaciones como bajo, ya que más de la mitad de la población mayor de 12 años, no lee por gusto. Esta situación se ve reflejada en el índice de compresión lectora (entender lo que se lee), en la evaluación ENLACE para 2012 en el estado de Durango un 57.9% de la población de 3° a 6° de primaria se encontraba catalogado como insuficiente y elemental mientras que en Coahuila era el 59.7%, las cifras pueden tornarse alarmantes pero la perspectiva puede ayudarnos a cambiar a una mentalidad que contribuya a cambiar estas cifras.
El material literario es basto tanto si hablamos de autores como de temas. En el territorio Nacional tenemos autores que contribuyen con poesía como Octavio Paz, José Gorostiza, novelistas como Carlos Fuentes, Juan Rulfo o autores de diversos temas como Elena Poniatowska entre otros. A nivel internacional, se multiplican las opciones que encontramos sobre los estantes. Para la población joven son bien recibidos los géneros de ficción (fantasía) y aventura, por ello los libros como "El señor de los Anillos" o "Harry Potter" tienen una muy amplia proyección. Mas no son los únicos, los libros de arte aunque su expresión es mayormente gráfica tienen también un lugar importante.
Se pueden mencionar sin número de temas, autores, géneros literarios. Pero siempre será más gratificante descubrir de manera personal que nos genera un tipo de lectura en especial, si bien los libros de texto son útiles, no son la única opción de aprender pues la literatura no sólo fomenta la imaginación, proporciona herramientas cognitivas a la persona. En fin, la lectura puede ser un hábito o una imposición, pero más allá de estas dos condiciones, es un verdadero placer, el disfrutar de una lectura que provoque en quien lee, el deleite de imaginar las escenas, tomar partido entre los protagonistas y que la experiencia pueda repetirse al tomar otro libro del estante.