Viajar
Es uno de los placeres que más hemos disfrutado.
En ello nos inició siendo niños don Rafael Canales.
Íbamos al campo a disfrutar sus mil aromas que él nos enseñaba a distinguir.
Ése es olor del zacate, impregnado de rocío. Ése es el del orégano, esparcido por el campo. Ése el de las nopaleras. Así nos iba iniciando en el maravilloso mundo de la naturaleza, mientras pasábamos por La Estanzuela, El Melao, Tierra Generosa o El Venadito.
Luego los vientos del destino nos trajeron a la Comarca Lagunera la que empezamos a recorrer en la bicicleta que compramos por el Mercado Juárez con nuestro salario, abonando lo que podíamos.
Hasta que empezamos a graduarnos como viajeros incansables al lado del Dr. Luis Maeda Villalobos, que costeaba los gastos y de Harrry de la Peña con quienes conocimos caminos, veredas, pueblos, cuevas, hundidos y zonas arqueológicas.
Todo lo hemos gozado a plenitud porque nos gusta leer, y antes de iniciar un nuevo recorrido nos enteramos de muchos datos que nos ayudarán a disfrutar más la nueva experiencia.
Y la parte de postgrado la hemos hecho en el plano internacional acompañados de excelentes guías y mejores compañeros como el estimado compadre Ricardo Duéñez Zurita, quien domina el inglés así como mapas y modernos instrumentos de localización para movernos con rapidez y seguridad. Como Ario Sojo Galindo, experto en desplazarse por toda Europa y hablar cinco idiomas, gracias a que vivió y estudió en el viejo mundo. Y como Ramoncito Sotomayor, con su espíritu arrojado y sensato para encontrar nuevos caminos, o muy antiguos utilizando el sentido contrario al que estamos acostumbrados, como ocurrió en tierras africanas que recorrimos y disfrutamos.
Pero sobre todo han sido muy valiosos los consejos, experiencias y recomendaciones que nos han regalado nuestros hijos, uno con sus amplios conocimientos de meteorolgía, advirtiéndonos del clima que encontraremos durante el viaje, recomendando la ropa a usar y el otro pidiendo tomemos las cosas con su justa medida, tanto en el trato a personas como en el gasto, cosas heredadas de la prudencia y sensatez de su señora madre.
Ya platicaremos de las muchas experiencias de cada etapa.