La voluntad
Que es simplemente el deseo de hacer o no hacer algo.
Se tienen o no ganas de realizar determinado acto.
Pero cuando se agrega la fuerza de la voluntad para lo mismo, es cuando surge el extra que todos podemos aportar.
Y esto es más significativo e importante cuando el hacer se refiere a cosas positivas que le proporcionan al ser humano algo poco o mucho benéfico.
Cuando alguien expresa con determinación, voy a tener la fuerza de voluntad para quitar malos hábitos, por ejemplo dejar de fumar, de beber licores, en su entorno se crea un ambiente de duda e incertidumbre, y es hasta cuando se ve el cumplimiento de la promesa cuando empiezan los reconocimientos.
Lamentablemente la fuerza de voluntad no está en todos los humanos, muchos ni la conocen ni les interesa.
Muchas veces existe la voluntad, pero se le compara con simple deseo, más cuando se le agrega la fuerza es cuando empiezan a surgir especie de milagros que van cambiando el entorno de quien la muestra. Ahí empieza a demostrarse lo que el ser humano es capaz de lograr si se decide cambiar, dejando atrás su actitud pasiva para realizar proezas inimaginables porque por fin ha aparecido la perseverancia, la determinación y dedicación necesarias.
La fuerza de voluntad la necesita todo ser humano, y es la reacción determinante para vencer y superar tantas actitudes nuestras que con el tiempo se convierten en nocivas y muy peligrosas, como el comer y beber demasiado, no hacer ejercicio, llevar una vida sedentaria, etc. etc.
Fuerza de voluntad requiere y con urgencia el fumador empedernido para dejar de consumir cigarrillos, uno detrás de otro.
También el que va aficionando a beber licor.
La fuerza de voluntad no es una actitud que hoy aparece y mañana se desvanece, y para que tenga vida propia requiere de constancia y determinación.
Hoy, aunque sea domingo puede empezar a fortalecer su mente y su alma no sólo con buenos propósitos sino con una actitud firme y decidida a triunfar. Hágalo, no se arrepentirá.