Un reconocimiento
Modesto, humilde y personal.
Lo dedicamos a un hombre bueno y muy valioso.
Zacatecano de origen y lagunero por adopción, pues aquí ha pasado gran parte de su vida.
Fue funcionario público, desempeñándose en la Aduana de Torreón.
Ahí demostró que se puede servir a México cumpliendo con honradez sus funciones.
Después fue comerciante y tuvo junto a la Plaza de Armas, por la Av. Juárez un bonito negocio de joyería y regalos exclusivos.
Pero un día hizo cuentas de lo que tenía ahorrado y decidió, joven aún dedicarse por completo a las letras su gran pasión.
Piénsalo, le decían todos, porque los tiempos cambian y luego no completas con nada.
Pero don José León Robles de la Torre estaba decidido a hacer su vida como siempre la soñó.
¿Cuántos son los libros de personajes, historia, leyendas o poesía que ha escrito?
Perdimos la cuenta y sigue activo escribiendo para EL SIGLO semana a semana como lo hace desde hace años.
Sus méritos son muchos y han sido reconocidos, incluso cuando en la Alameda Zaragoza fue colocado un busto en su honor, su señor padre asistió lleno de felicidad.
Por ello dedicamos este pequeño homenaje a un ilustre paisano que Dios nos lo conserve mucho tiempo.