El Parteaguas
El antes y el después.
Es lo que todos en esta bendita Comarca esperamos, después de lo ocurrido ayer.
Porque fue un suceso histórico ver a tanta gente atareada, limpiando, encalando, pintando, recogiendo, barriendo, como nunca se había visto.
Revivió por fin el espíritu lagunero, adormecido, medio tullido o entelerido que necesitó de una buena sacudida para volver a la vida.
Y no fueron las autoridades ni los grupos sociales, sino gente del pueblo, jóvenes que aman su terruño y que tuvieron la idea de crear el famoso espacio para dedicarlo al trabajo de saneamiento y embellecimiento.
Es una bella lección de trabajo y esfuerzo, de organización que hizo reaccionar a muchos que sólo veían la vida pasar, mientras su comunidad se afea y se hace pedazos por la incuria y el olvido de todos.
Ha sido el inicio y así lo esperamos de tareas mil que se pueden realizar por cuenta de nosotros los ciudadanos comunes y corrientes, que no aspiran a figurar ni a tener un puesto en el gobierno, sino sólo devolverle a la comunidad un poco de atención.
La ciudad más limpia no es la que más se barre sino la que mejor cuidan y conservan sus habitantes.
Nos queda a todos el compromiso de mantenerla limpia, vigilando que manos perversas no la vuelvan a manchar.