La escritora Sara Sefchovich asevera lo siguiente: "Necesitamos cambiar, que las elecciones cuesten menos dinero y que el dinero se invierta en cosas útiles". Claro que necesitamos cambiar y no sólo en este aspecto sino en muchos más.
Entre campañas que no empiezan y precandidaturas de "papel", el despilfarro y el mal manejo del dinero se hace presente, basta con ver la excesiva publicidad en todos los medios habidos y por haber, y aunque el dinero público que debiera ser de todos y a la vez no es de nadie se nos niega a la ciudadanía con planes de austeridad gubernamental, austeridad que sólo aplica hacia a la gente y no hacia el interior de los partidos y sus campañas.
En nuestra comarca lagunera y en muchas regiones del país lo más básico e indispensable para vivir simplemente "brilla por su ausencia" pues los servicios y obligaciones de la clase gobernante prácticamente no existen.
Pues aunque nuestras autoridades constantemente nos dicen que trabajan "incansablemente" por solucionar las demandas de la gente, los resultados simplemente no se ven por ningún lado, tampoco se ve por dónde, ni cuándo, o peor aún el cómo, sí, el cómo le harán para brindarnos una mejor calidad de vida, es decir; vivimos en un entorno donde el desempleo, la inseguridad, los servicios de salud deplorables, la escasez del agua, la falta de espacios públicos donde la familia pueda recrearse, la deficiente o nula pavimentación, la falta de alumbrado son una constante y podría seguir la lista, pero para qué hacer el cuento largo o mejor dicho, para qué hacer leña del árbol caído.
Mejor haríamos al comprometer a nuestras autoridades vigentes y a las que están por llegar al poder a exigirles cuentas, cuentas claras y que a su vez se dejen de que campaña tras campaña nos prometen "una y mil cosas", "el bajarnos el sol la luna y las estrellas", y que también nos digan cómo le van a hacer para sacar adelante sus proyectos de gobierno, claro, si los tienen, que no se queden en las frases huecas que lo único que causan es desilusión en la población, pues con el paso del tiempo las respuestas nunca llegan, y hoy quisiera decir que quien llegue al poder esta vez sí nos cumpla y nos demuestre a cada ciudadano que sí existe un mañana mejor para nuestra región, pues con noticias tristes no se puede ya vivir, la desconfianza es "el pan de cada día" entre la población, ojalá y esto sea tomado en cuenta entre nuestros políticos que aspiran a un cargo público, ojalá.
Dios quiera que con hechos confirmen su discurso de campaña, que ya no endulza el oído a nadie, pues bien sabemos que mucho merecemos, pero poco o nada hemos recibido. La gente es materia dispuesta, tiene hambre de cambio, sólo falta que nuestra clase gobernante haga lo que le corresponde, pase del "bla-bla" del discurso al hecho, y sobre todo a las buenas obras. ¡Hasta la próxima!
