Hay una noche en donde todo el glamour y la vanidad del mundo se concentran en un solo lugar. Un lugar en el que todas las estrellas de Hollywood comparten saludos entre ellos y sonrientes dan entrevistas a todos los medios de comunicación mundiales. Un lugar en donde se quitan esa máscara de actores que usan en sus películas y se vuelven personas normales, con sueños y anhelos (personas normales con muchos ceros en sus fortunas personales). El reconocimiento al trabajo de toda una vida se resume en un solo deseo: tener en las manos la estatuilla dorada, ese pequeño hombre dorado al que le llaman Oscar.
La entrega de los Oscar suele ser muy criticada por muchas cosas, desde las cuestiones políticas en los que siempre ha caído el evento, hasta la "injusticia" a la hora de dar los premios. Lo que no se puede negar es que ver la leyenda: "Nominada al Oscar" o "Ganadora del Oscar" es un extra más a la hora de escoger una película, una garantía de que se verá algo de buena calidad.
El cine puede ser visto de muchas formas: como una industria, como un arte o meramente como una forma de entretenimiento. Hacer una película no es nada fácil, se requiere del trabajo en conjunto de miles de personas. Más allá de contar una historia el cine se conforma de muchas cosas: dirección, actuaciones, producción, edición, banda sonora, fotografía, etc. Cuando todos esos elementos están bien cubiertos es cuando se dice que tenemos una buena película y es lo que la Academia busca reconocer con la entrega del Oscar.
Debo confesar que no he visto algunas películas que estuvieron nominadas como para emitir un juicio muy acertado. Cada persona va escogiendo a sus actores y directores favoritos, ya sea por su carisma o por su talento. En mi punto de vista creo que hay varias cosas buenas a tratar en esta entrega de premios.
Como cada año siempre se perfila una película en especial para ser la favorita, la que arrase con todos. La Academia no suele arriesgarse mucho con su decisión y generalmente le entrega el premio a ella. Este año la gran favorita era Lincoln de Steven Spielberg, el señor Hollywood por excelencia. Vaya sorpresa que nos dimos cuando la primera dama de EU, Michelle Obama, anunció que Argo era la ganadora. Tampoco es para extrañarse ya que Argo es una muy buena película (aunque muy orgullo yanqui) y ya había sido ganadora de los Golden Globes y los premios Bafta. Dirigida por Ben Affleck, Argo es una película con un ritmo muy fluido que mantiene al espectador al borde de la silla. No se destaca mucho por sus actuaciones pero sí por su buen argumento y por la visión de Affleck (fue una lástima que a pesar de haber sido ganador en otros eventos, ahí ni siquiera estuviera nominado).
Ang Lee fue el ganador a mejor director. Con Life of Pi, el taiwanés logró hacer una obra artística magistral y visualmente exquisita. Mágica, llena de simbolismos, de mensaje. Una película que no pasara de moda en un buen tiempo. Una historia no tan simple como parece.
No podría no hablar de uno de mis ídolos cinematográficos: Quentin Tarantino, el chico malo de Hollywood, quien ganó el premio a Mejor Guión Original por su spaghetti western Django Unchained. Siempre va a ser admirable que siendo un escritor tan violento y tan cínico, la Academia le reconozca su gran talento y su aportación al cine contemporáneo. De Tarantino pasamos a Christoph Waltz, quien ganó su segundo Oscar como Mejor actor de reparto. Agradezco infinitamente a Tarantino por haberlo mostrado a Hollywood y por explotar la capacidad histriónica del austriaco. Quentin nunca tuvo en la mente a alguien que no fuera Waltz para hacer el personaje. Escribió el papel para él.
El premio al mejor actor siempre tuvo dueño, Meryl Streep ni siquiera tuvo que abrir el sobre para anunciar al ganador. Si hubo un premio con el nombre grabado desde antes era ése y tenía el nombre de Daniel Day Lewis. Nunca estuvo en duda. Su compañera en Lincoln, Sally Field, dijo que simplemente Daniel era el mejor actor en vida. No creo que esté muy equivocada. Con esto se convirtió en el primer actor en la historia en ganar 3 Oscar al mejor actor. Un logro muy difícil de superar.
Jennifer Lawrence, ganó a mejor actriz por su papel de loca psicópata en Los Juegos del Destino. A pesar de su juventud, Lawrence ha sabido escoger cada vez mejor sus papeles y se está convirtiendo en la actriz de moda en Hollywood. Más allá de una cara bonita, Lawrence es una actriz muy versátil y quizá estemos viendo el inicio de una carrera brillante en el cine. También nos dio el momento "chusco" de la noche cuando resbaló en el camino a recoger su premio.
Como en cada entrega, cada persona tuvo a sus favoritos. En lo personal, me agradó el hecho de que se hayan salido un poquito del guión en el que normalmente entran y hayan premiado a todos por igual. Ninguno se quedó con las manos vacías. Esperemos que esto sea una constante cada año. También esperemos que las películas no tarden tanto en llegar a nuestros cines, hay tantas que me faltan de ver que no quiero esperar al 2014 para poder hacerlo.