De salud digital y precisión

Muchos de nosotros los tenemos en casa; los utilizamos porque en lo cotidiano nos ayudan a mantener vigilada nuestra salud. La diferencia es que algunos usamos los análogos, otros los digitales. No obstante, podemos tener una duda en común: ¿son igual de confiables?

A lo largo de la Historia, la tecnología ha desarrollado aplicaciones para favorecer la vida en todos los ámbitos. No sólo nos ha permitido observar el Universo o estar mejor comunicados, también ha optimizado el monitoreo de nuestro funcionamiento orgánico de una manera precisa y cada vez más confiable.

Justamente gracias a la tecnología hoy podemos encontrar múltiples aparatos que apoyan a la medicina, ya sea como auxiliares durante diversos procedimientos o como instrumentos de medición de la salud diaria, pues desde hace tiempo la ciencia y la medicina trabajan en conjunto fusionando utensilios de revisión que permiten a las personas monitorear distintos parámetros sin necesidad de acudir al hospital. Más aún, en los últimos años se han lanzado al mercado versiones digitales de esas mismas herramientas. Si usted tiene alguna en casa y más de una vez ha dudado en su efectividad, este artículo le será de gran ayuda.

BAJO (NUESTRO) CONTROL

Uno de los principales instrumentos de medición (y probablemente el más usado en los consultorios y hospitales del mundo) es el esfigmomanómetro, el cual se emplea para medir los niveles de presión arterial; también se conoce como baumanómetro o tensionómetro.

Es igualmente uno de los aparatos que más han evolucionado gracias a la tecnología pues en sus inicios no sólo daban lecturas incorrectas sino que implicaba riesgos para el paciente, ya que era preciso insertar un tubo de vidrio en la vena a fin de medir las pulsaciones del corazón. El primer baumanómetro popular que medía la presión acompañado de un estetoscopio fue desarrollado en Europa en 1905.

Durante los sesenta en Estados Unidos se realizaron investigaciones encaminadas a crear instrumentos de medición digital. Para 1970 ya habían comenzado a desarrollarse aparatos de esta clase. Las agujas, medidas de mercurio y aire se reemplazaron por pulsaciones eléctricas, circuitos y cargas de voltaje. La llegada de la era digital supuso un nuevo salto de calidad para la medicina moderna. Los baumanómetros y los termómetros fueron los primeros en ser parte de la nueva etapa.

No obstante, para enfermeras y médicos en todo el mundo el baumanómetro análogo sigue siendo el más confiable debido a que proporciona resultados exactos y al emplearlo en conjunto con el estetoscopio brinda un panorama más completo de la presión. Además su mantenimiento se limita a la calibración del aire y las insuflaciones de su bomba plástica, por lo cual dura muchos años, puede usarse en cualquier parte y es de fácil cuidado. En contraparte la versión digital demanda el reemplazo constante de baterías o bien tener acceso a una fuente de energía; algunos dependen de un software especial. Al ser más delicados existe la posibilidad de que sufran daños o tengan fallas de origen, lo cual derivaría en lecturas incorrectas.

Dulce información

Dentro de la era digital nació un instrumento que cambió la vida de incontables personas: se trata del glucómetro, que sirve para monitorear los niveles de glucosa en la sangre. En el pasado esta revisión nada más se podía efectuar mediante exámenes regulares de sangre en laboratorios y hospitales, hecho que suponía una gran molestia para los diabéticos pues además de acudir a la institución debían esperar días antes de obtener los resultados.

En los setenta las empresas de ingeniería biomédica introdujeron varias formas para medir con éxito la glucosa y aprovechando el auge tecnológico pronto se dio a conocer el primer glucómetro posible de usar en casa, con resultados exactos en minutos. La compañía alemana Bayer elaboró los glucómetros de la edad moderna, de notable precisión y confiabilidad, capaces de almacenar los datos de los pacientes e incluso de enviarlos vía Internet a la base de información de un hospital o consultorio médico.

En la actualidad los glucómetros digitales son ampliamente empleados tanto en el área hospitalaria como el plano doméstico; son fáciles de utilizar y no consumen tanta pila. Sin embargo siguen siendo costosos y para algunos es doloroso e incómodo pincharse el dedo para obtener la necesaria gota de sangre.

Para la calentura

Hace ya varias décadas los termómetros digitales comenzaron a competir contra los tradicionales de mercurio, pero estos últimos se han mantenido como los más populares entre la comunidad médica y también en el hogar, ya que son de bajo costo y sencillo manejo. Por su parte los digitales cobran cada vez más aceptación, debido a que su uso es igual de sencillo, ofrecen la misma precisión y son más rápidos. Se consideran más seguros para el hogar pues no contienen ningún elemento tóxico. Su desventaja es que no son tan baratos y según los especialistas, se encuentran sujetos a fallas por las baterías, además de ser susceptibles a los cambios bruscos del medio ambiente.

Asunto de peso

Aunque mucha gente no lo considera así, las básculas también nos ayudan a cuidar la salud, puesto que vigilar con regularidad nuestro peso y sobre todo mantenerlo dentro de parámetros adecuados es esencial para el organismo.

Sus antecedentes son muy antiguos, las de aguja o pesas se empleaban desde las primeras civilizaciones en el campo médico. Ofrecen mediciones exactas (siempre y cuando estén bien calibradas) y tienen una larga vida.

No obstante, tratándose de básculas en el presente las versiones digitales son las preferidas por la comunidad médica, ya que no sólo permiten medir el peso y la estatura sino la masa corporal; cada vez son más resistentes y requieren de menor mantenimiento, su costo ha disminuido notablemente y pueden ser adquiridas en cualquier centro comercial.

Aire a la medida

Entre los dispositivos que van cobrando relevancia debe citarse al oxímetro, el cual es utilizado en las áreas de urgencias para medir los niveles de oxígeno en la sangre, dato que ayuda a verificar el estado de salud del paciente de forma más integral, facilitando el diagnóstico.

Aunque el oxímetro todavía no cuenta con las adecuaciones necesarias para que los pacientes puedan usarlo en casa, es probable que en un futuro cercano empiece a comercializarse al igual que los otros aparatos mencionados.

AVANCES EN CAMINO

En general los instrumentos de medición médica se mantienen evolucionando; el avance de la tecnología trabaja en el perfeccionamiento que posibilite obtener una mayor precisión en los procedimientos que los involucran, a la vez que se intenta superar retos como el mejor aprovechamiento de las baterías y la calidad de los materiales.

Mientras las empresas desarrolladoras resuelven tales cuestiones, los centros médicos, los profesionales de la salud y usted mismo pueden confiar en las versiones existentes (análogas o digitales, según el dispositivo a usar).

Tener a la mano estos auxiliares para el monitoreo de la salud puede ser muy valioso; si ya los adquirió recurra a ellos con la periodicidad necesaria y en caso de detectar anomalías, acuda a su médico.

Correo-e: riturriaga@elsiglodetorreon.com.mx

Fuentes: Médico General Alberto Frayre; Licenciada en Enfermería Silvia de León.