Espectáculos Famosos Miss Universo 2025 Miss Universo Christian Nodal Julión Álvarez

De vuelta al ruedo

Blancura

MARTHA FIGUEROA

Tengo que confesar que estoy a punto de derretirme después de leer una entrevista en la que Angélica Rivera, la Primera Dama mexicana, declara algo precioso: "Soy una mujer muy amada por un hombre que me hace sentir protegida y querida como no lo había sentido nunca antes".

Ese hombre querendón y protector es nuestro mismísimo Presidente.

Yo soy una escritora super romántica. No saben qué ganas locas de dejar de teclear y mejor cantar: "Pido un aplauso para el amor que a mí ha llegado, doy gracias por tanto y tanto amor...".

La entrevista, muy completa, viene con fotos de algunos rincones de la casa de la familia presidencial. Ustedes se preguntarán por qué los Peña Nieto-Rivera no viven en Los Pinos. Lo que pasa es que la residencia oficial sigue en remodelación.

Uno se imagina que la vivienda del Presidente es un espacio estándar, como esos departamentos para ejecutivos extranjeros amueblados. Que sólo hay que cambiar sábanas, portarretratos y ya. Pero no. ¡Es todo un viacrucis de logística y decoración!

Pero, sinceramente, me alegra que las fotos muestren el hogar que tanto quise conocer. La fachada ya me la sé de memoria, paso tanto por ahí que ya hasta le tengo cariño al convoy (10 camionetas, cuatro motos y una ambulancia, por si 'Dios no lo quiera') que custodia al mandatario.

Por dentro, la morada es blanca. Muy blanca, blanquísima. Paredes blan-cas, pisos blancos, sillones blancos, blancas flores, teléfono blanco. Blancura por doquier. Aunque hay quienes juran y perjuran que la Casa Blanca (White House, para los lectores allende las fronteras) a veces se tiñe de negro por la violencia doméstica.

¿Han escuchado esa historia de que el presidente golpea a su esposa? Pues ella lo desmiente categóricamente. Y aquí, yo aclaro que la historia me la contó mi vecina (la del departamento 4, para más INRI). Porque es "amiga del sacerdote que visita a La Gaviota cada vez que la internan por golpizas. El padre me dijo: 'Mijita, no sabes cómo la dejó, pobre mujer'. Cierran el piso del hospital y nadie puede entrar, sólo él". Así que yo me imaginaba al padrecito encapuchado en el nosocomio rodeado de un gran misterio.

Otra cosa que supe de la Primera Dama, en la entrevista, es que todos los días cena con su marido a las 2 de la madrugada, cuando él llega de trabajar.

¿Se imaginan? Como si fuera un ¡after hours!, pero sin borrachos. Me imaginé perfecto al señor Presidente en bata en plena narración de las peripecias del día: que si viene Obama, que si el papá de la Lady Profeco, que si felicitó al Canelo porque le ganó al pobre negrito, que si Fumio Kishida está feliz porque llevamos 400 años de vínculo bilateral con Japón.

Yo digo que ¡eso es lo que debe tener un buen marido! La buena conversación. ¿Verdad que sí lectoras? Lo sexy que puede ser un hombre de temas variados.

Porque lo de la cenada a las 2 a mí no me gusta. Oye, es que a mí me da hambre desde las seis y media de la tarde.

Bueno, es cosa de organizarse. ¿Ustedes saben que doña Angélica tiene 5 carreras? Dos en Administración, aparte de Comunicación, Diseño y Enfermería.

Justo ahí es donde me entró la envidia podrida, porque siempre me quedé con ganas de estudiar para enfermera.

Me ponen nerviosa las inyecciones, la resucitación, las traqueotomías y las heridas muy expuestas, pero me hace tanta ilusión el uniforme blanco... ¡Algún día! Verás.

Leer más de Espectáculos

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Espectáculos

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 865825

elsiglo.mx