Me encantaría que esta columna fuera como las fantasías sexuales... ¡Qué mejorara la realidad!
Cuántas malas noticias, ¿no? Estaba viendo las imágenes de los desastres naturales en todo el mundo, cuando escuché a Michael Douglas soltar otra bomba: que el sexo oral fue el causante del cáncer de garganta que casi lo mata.
Sí, es que la naturaleza es muy canija. Primero, manda un tornado y, ahora, nos quiere arrebatar el cunnilingus. ¡No!
No sé ustedes, pero entre las imágenes de la adenomastectomía de Angelina y las confesiones cancerosas de Michael Douglas, se me antoja más que me atropellen en las obras de Paseo de la Reforma que tener sexo y desatar con ello una serie de infortunios.
Ahora, cuando un hombre hambriento esté a punto de regalarle a una mujer un glorioso sexo oral, lo único que verá frente a él no será un manjar sino una caverna llena de peligros mortales o una planta carnívora susurrándole: "¡cáncer, cáncer, cáaaancer!".
Por supuesto, no me burlo de los padecimientos, al contrario. Me parece súper útil que Angelina y Michael salven vidas con sus declaraciones, pero, particularmente, la de mister Douglas no nos gusta, no ayuda en materia de romance. Pero ni hablar, muy pronto tendremos que enmicarnos de pies a cabeza antes de cualquier intercambio sexual.
Con eso de que Michael soltó la perla y siguió su camino tan tranquilo por la alfombra roja del Festival de Cannes, donde presentó la película Behind the Candelabra, horas más tarde su publicista tuvo que salir a corregir la información y, básicamente, dijo que el actor no dijo lo que dicen que dijo.
Lo malo es que la semilla del terror ya quedó sembrada. Tengo amigos que automáticamente empezaron a sentir cosquillas y entumecimiento en la lengua. Otros, a los que se les trabó el cuello nada más de acordarse de su ultimo episodio sexual.
Por favor, que no cunda el pánico. Es verdad que la Organización Mundial de la Salud informó que el virus del papiloma humano (VPH) que tienen algunas señoras sí puede provocar cáncer de cuello o garganta en los señores, o al revés, pero la clave está en la protección.
Además, los científicos tampoco han descartado que la "transmisión del microorganismo" se realice de boca en boca. O sea, que también hay besos que matan. Ay.
Yo lo que digo es que, hay que cuidarse y ser selectivo a la hora de escoger pareja sexual y ya. Porque, me van a perdonar pero ¡no podemos permitir que el sexo oral desaparezca! ¡No a la abolición! Ni que lleguemos al punto de tener que practicar el autocunnilingus, que sólo es apto para los miembros del Circo Chino de Pekín que son capaces de doblarse y enroscarse como si fueran un pretzel.
Y a los que se preguntan "¿Quién contagió a Michael?". La respuesta es: no sabemos. Por favor, no vean a mi Catherine Zeta-Jones con cara de sospechosa o con cara de "VPH de 1.73 de estatura" porque acuérdense que Diandra Luker, la esposa de Douglas durante 23 años, lo acusó de ser un adicto al sexo.
Y hay hombres que forman parte de todas las estadísticas. A todo le ponen "palomita", por ejemplo: ¿tríos?, ¿ha estado en una orgía?, ¿lo ha hecho con desconocidas?, ¿le gustan las gallinas?
Ya lo dijo Yehuda Berg, un sabio en materia de kabbalah, "el sexo es la herramienta espiritual más poderosa conocida por el hombre". Nomás hay que cuidar la caja de las herramientas.
