De entrada, voy a darle la bienvenida al Presidente Peña Nieto que acaba de aterrizar de una gira por Indonesia. Es que mientras ustedes leen esta columna, él se tambalea con el cambio de horario y supongo que necesita solidaridad.
Y mientras agarra el tiempo de la Ciudad de México y nos da detalles del viaje, yo me ofrezco a adelantar algunos de lo que fue la Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico.
No, no, mi cuerpo no estuvo en Asia, pero mi alma está feliz con las fotos que alguien ha deslizado hasta mi escritorio (jaja). Nunca faltan los informantes.
Según los comunicados, uno de los grandes logros de la visita presidencial a Bali es el impulso al libre comercio, pero yo digo que lo mejor, hasta ahorita, son las postales de recuerdo: ¡Uy, se ve que fue un viaje precioso. Qué alegre estaba todo el mundo!
Lo primero que muestran las imágenes es que el Presidente de Indonesia, Don 'SBY' (Susilo Bambang Yudhoyono) ¡es un hombre muy detallista! Por un lado, ordenó que recibieran con collares de flores a sus invitados, y por el otro, les mandó un paquete envuelto artesanalmente que contenía un regalo-uniforme. O sea, una camisola balinesa (prima cercana del batón Batik) que debían usar todos los participantes para salir guapos en la foto oficial del evento.
Yo digo que fue muy buena idea, porque usar la misma ropa une mucho. ¡Lazos entre los pueblos! Claro que unos se veían mejor que otros y a Vladimir Putin le iba fatal el color verde seco. Entre la tristeza de la prenda, los 61 años que cumplió y la preocupación por la conferencia de paz sobre Siria, traía mal semblante. En cambio, a nuestro Enrique le sentaba muy, pero muy bien el rojo, ¿se fijaron?
Aunque las peores críticas siempre llegan. Y algunos detractores de Peña Nieto odian que use "atuendos locales" cada vez que va de viaje. Pues a mí me parece perfecto, porque "al lugar que fueres haz lo que vieres". ¿Se acuerdan cuando él y Angélica Rivera se vistieron de chamulas? No sé a ustedes, pero a mí me estimulan los toques de folclor.
Esta vez, nuestra Primera Dama refrendó que lo suyo, lo suyo, es el encaje. Es más, esta gira podría ser rebautizada como 'Encaje: el Tour', porque no lo soltó ni a sol ni a sombra. Se bajó del avión con un vestido de encaje gris, deslumbró en la cena de gala con vestido largo de cola en encaje azul eléctrico y luego inauguró la exposición de Miguel Covarrubias con encaje beige. Yo creo que su diseñador de cabecera tiene una obsesión o creyó que la tela era ideal para visitar el sureste asiático y pensó: "así se ventila".
Cuentan que en dicha cena de gala tocaron "Bésame Mucho" (el bolero mexicano más famoso en el mundo) y nuestro mandatario suspiraba con nostalgia y coreaba para sus adentros "Bésame, bésame mucho... que tengo miedo a perderte, perderte después"... Ay, el amor presidencial.
Pero volviendo a las relaciones bilaterales México-Indonesia, que acaban de cumplir 60 años (uno menos que "Mr. Putin"), ahora serán más estrechas y súper versátiles porque ayudarán a combatir conjuntamente el terrorismo y el crimen transnacional, y al mismo tiempo promoverán el intercambio de actividades socioculturales, turísticas y deportivas entre los dos países. Lo anterior me emociona mucho porque, aunque no me gusta el ejercicio, el concepto de deporte en Bali suena divertido. Allá son expertos en surf, carreras de toros, montar a camello y subirse a la banana. Una cosa recreativa.