Tras la explosión registrada en una planta de fertilizantes en Texas que ha dejado entre 5 y 15 muertos, el gobernador del estado, Rick Perry, ofreció una conferencia de prensa en la que declaró "zona de emergencia" en la localidad.
En primera instancia, el gobernador expresó su apoyo a las autoridades pero en particular a la comunidad de West por el espíritu de solidaridad que mostraron para atender la tragedia.
Posteriormente y tras describir la magnitud de la contingencia, declaró el estado de "zona de desastre en la localidad".
Aseguró que los organismos de seguridad, salud y de protección están resguardando las zonas afectadas y han realizado revisiones exhaustivas para velar por la protección de los habitantes cercanos y quienes se vieron afectados.
Finalmente, pidió a todos los residentes de Texas y Estados Unidos, orar por la comunidad de West y por quienes trabajan para atender la situación y proporcionó el número telefónico 211 para atender a quien busque información de personas afectadas.
^AC