Capilla. La Capilla de la Virgen de Guadalupe está en la cima del cerro que aseguran los pobladores siempre ha pertenecido al ejido.
Han podido despojarlos durante muchos años de sus tierras, pero no les quitarán el santuario donde profesan su fe. Es lo que advirtieron campesinos, mujeres y niños que estaban dispuestos a enfrentar a los elementos del Ejército Mexicano que acudieron al ejido Guadalupe Victoria durante una trifulca que se presentó el martes pasado.
Durante muchos años los habitantes del ejido Guadalupe Victoria han subido hasta lo alto del cerro, ahí donde se encuentra una antigua capillita, para elevar sus plegarias.
El Cerro de Guadalupe se encuentra en este poblado que es el último al norte de Matamoros, con más de mil 500 habitantes y el cual ha quedado varias veces marginado por avenidas del Nazas.
El martes pasado, la trifulca se hizo en grande y hasta golpes hubo cuando la gente del pueblo -enardecida ante la amenaza de no poder subir a visitar a la Virgen de Guadalupe- tumbó una barda, malla ciclónica y llantas que impedían el acceso al cerro, además de que impidieron el acceso a gente de una pequeña propiedad.
Pero el problema viene de antaño, explicó Reynaldo Ortiz, ejidatario de Guadalupe Victoria, quien también fue comisariado, pues en el Tribunal Agrario se encontraban desde el año 2006 en litigio 106 hectáreas presuntamente invadidas por el pequeño propietario Miguel Gil.
"No es avecindado ni ejidatario y las tierras no las compró e incluso el Tribunal dio la nulidad del acta donde él dice ser posesionario ante lo que se amparó e igualmente no procedió su amparo. Las tierras éstas son de Guadalupe Victoria", dice Ortiz.
El proceso legal está expuesto en el expediente 486/2006. La complicación para que los campesinos puedan hacer uso de estas tierras es que, aunque el Tribunal determinó que las 106 hectáreas son del ejido no les han sido devueltas porque los ejidatarios no incluyeron la palabra "restitución" en el proceso inicial ya concluido, por lo que se inició otro.
Actualmente, las tierras están sembradas, pero no por los ejidatarios, sino por el pequeño propietario.
Los habitantes del ejido ya tenían semanas expresando su molestia porque el pequeño propietario, además estaba colocando la barda y según cuentan, habían solicitado su retiro, pero no accedió.
"Quiere apropiarse del cerro también y luego tumbar la capilla donde la Virgen es venerada desde el año 1900 y eso causó que estallara la gente", dijo Ortiz.
Los habitantes se enfrentaron con personal de la pequeña propiedad y tumbaron la barda y la malla ciclónica, ante lo cual llegaron soldados, policías estatales y municipales, quienes sin detenciones se retiraron del lugar.
Sin embargo, en la noche del mismo martes nuevamente llegaron a la zona para hacer patrullajes, lo que los vecinos interpretaron como una forma de amedrentarlos, pues la gente asegura que los uniformados acudieron a solicitud del pequeño propietario.
"Las cosas están calientes", dicen los habitantes, quienes aseguran que no dudarán en sacar machetes, palos y piedras para defender el cerro de Guadalupe.
Los ejidatarios aseguran que el pequeño propietario tiene grandes influencias políticas, pues sólo así se explican que haya podido sembrar forrajes sobre el cauce del río Nazas sin que autoridades de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) haga nada.
Otro problema que tiene el ejido Guadalupe Victoria es que las autoridades estatales y municipales de San Pedro ligaron la red de agua potable a la pequeña propiedad y la válvula está en esta última.
"Cada vez que quiere nos limita el agua o nos la quita, el Gobierno prefiere darles agua a las vacas de los hacendados -porque ya son hacendados- que a la gente", aseguró Reynaldo ante la molestia de una multitud de personasdel ejido que quieren dar a conocer este problema.
DEFIENDEN EL CERRO
Adicionalmente se han visto afectadas personas de ejidos de Matamoros, como La Luz y Coyote, además de ejidos de San Pedro, como Santa Mónica, La Presa y Luchanas y otros ejidos de Francisco I. Madero, como Santo Niño y Jaboncillo que también asisten a la capilla del cerro.
"De pronto llegaron estas personas y se adueñaron de todo, pero esto es del ejido, la gente anda muy molesta, lo último fue lo de nuestra capilla y a nadie nos cabe en la cabeza que nos la quieran quitar, pero lamentablemente a veces el que tiene más saliva traga más pinole", dijo la señora Elodia Ortiz, habitante de Guadalupe.
Elodia ha subido este cerro durante más de 50 años en los meses de mayo, junio y diciembre. El ejido Guadalupe es el único ejido que no promueve la elección de una reina para conmemorar el aniversario que es el día 12 de diciembre, Día de la Virgen. "La reina ya la tenemos, no necesitamos otra", dice Elodia, a quien no le importa subir en huaraches a pleno Sol y cargando flores hasta la cima donde está el altar.
Los ejidatarios piden justicia a las autoridades agrarias y la intervención del Gobierno del Estado en la solución de este conflicto.
