Pendiente. Entre los retos para la siguiente administración, estará la recepción del antiguo tiradero de La Rosita.
La implementación de centros de transferencia para el depósito de escombro y la clausura del antiguo basurero del ejido La Rosita son los grandes pendientes que dejará la presente administración municipal a la siguiente, aún cuando son los mismos retos que se recibieron de parte del ayuntamiento anterior.
En los últimos cuatro años, prácticamente fue nulo el avance en estos temas. En el relleno de La Rosita, aún hay procesos sin terminar en lo que se refiere a la cubierta verde que se proyectó, mientras que en el problema de los desechos de construcción, el Municipio de Torreón no renovó el convenio con el Gobierno estatal para el manejo de estos residuos.
AVANCES
Eduardo Blanco Contreras, director de Medio Ambiente en el ayuntamiento de Torreón, dijo que se avanzó en los programas de verificación, pues se revisaron más de 12 mil vehículos, y consideró que la Dirección salió "airosa" en términos de la reforestación, pues se donaron más de 18 mil árboles, además de que se mantuvo el proceso de monitoreo atmosférico.
Para el próximo año, el director señaló que uno de los principales retos será la regulación de los traslados de residuos de manejo especial, a través del acuerdo que se deberá dar con el gobierno de Coahuila, pues se trata de un problema que atañe al estado, de acuerdo a la Ley, pero afecta la imagen del Municipio.
En la administración municipal anterior, se contó con centros de transferencia para el depósito de escombro, y de aquí se enviaban los desechos al Cañón del Indio, que es el único espacio autorizado para recibirlos. El escombro es un residuo de manejo especial, que debe ser regulado por el estado, por lo que el ayuntamiento anterior firmó el convenio para regular esta problemática.
Por otra parte, la Dirección de Medio Ambiente llevó un puntual seguimiento a la clausura del antiguo basurero en el ejido La Rosita, para convertirlo en área verde, sin embargo, Blanco explicó que se requiere que la cubierta verde responda a las necesidades del relleno para que las instalaciones se puedan entregar sin que se tenga que aplicar ninguna remediación al menos en 20 años.